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Moody’s eleva el rating de Repsol con perspectiva estable

Europa Press.- La agencia de calificación crediticia Moody’s ha elevado hasta Baa1, desde Baa2 el rating de Repsol como emisor a largo plazo debido al desempeño de la compañía en un momento de «precios del petróleo volátiles». Moody’s ha destacado la «mejora material» de los indicadores crediticios de la firma durante los dos últimos años y ha valorado de forma positiva la decisión de la compañía de «adaptar» su modelo de negocio a un modelo de transición energética.

Así, la agencia de calificación explicó que Repsol ha mejorado su beneficio bruto de explotación (Ebitda) y su flujo de caja con respecto a 2016, cuando decidió mantener el rating. Moody’s espera que las operaciones de downstream de Repsol seguirán siendo resilientes y mantendrán su sólida contribución a los ingresos. Eso sí,Moody’s ha advertido de que si la deuda no se reduce al ritmo «esperado», su nota como emisor podría volver a descender. En este sentido, aunque la posibilidad de otra subida a medio plazo es «limitada», una ejecución «exitosa» de su estrategia de transición energética y una mejora del negocio de upstream (exploración y producción) podría llevar a un alza adicional del rating.

Fitch mejora a positiva la perspectiva de Repsol y abre la puerta a elevar su rating en año y medio

Europa Press.- La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings mejoró la perspectiva del rating de Repsol de estable a positiva, gracias al «fuerte progreso» que ha realizado la firma reduciendo su apalancamiento, al tiempo que ha mantenido el rating BBB como emisor a largo plazo y considerará mejorar su rating si el rendimiento de Repsol se mantiene en línea con sus previsiones.

Según Fitch Ratings, la mejora de la perspectiva también refleja su estimación de que para el periodo 2018-2021 Repsol mantendrá la ratio entre los ingresos de sus operaciones y la deuda neta por debajo de las 2,5 veces. «Creemos que la división de upstream geográficamente diversificada de Repsol y su sólida división de downstream forman un sólido perfil de negocio que ya es acorde con la calificación BBB+», explicó Fitch.

Moody’s estima una ralentización en 2019 del Ebitda de las empresas petroleras y gasistas, que en España pagarán más impuestos

Europa Press.- La agencia de calificación crediticia Moody’s ha estimado que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) de las empresas petroleras y gasistas crecerá a un ritmo menor en 2019, debido a una ralentización de los precios del petróleo y frente al incremento del 29% experimentando en el primer semestre de 2018.

Moody’s asegura que el precio medio del barril de petróleo cerrará 2018 en 69 dólares, mientras que en 2019 caerá ligeramente hasta los 60 dólares. En este contexto, la firma ha asegurado que las empresas del sector tienen una perspectiva «estable» debido a que los grandes productores han probado su «resiliencia». Para ello, han recortado costes, limitado el gasto de capital y diversificado sus activos, facilitando la capacidad de «prosperar» en un mundo con un margen de fluctuación en los precios de las materias primas.

«El crecimiento tiende a estar entre el 3% y el 4% hasta 2020 debido a las inversiones hechas antes de la caída de los precios del petróleo de otoño de 2014», ha subrayado el vicepresidente senior de Moody’s, Peter Speer. «Los precios del crudo se mantendrán volátiles entre 45-65 dólares por barril, por lo que las fluctuaciones del Ebitda van a situarse en un rango entre el -5% y el +5%«, ha añadido Speer, tras alertar de que los márgenes del sector downstream seguirán bajando.

De acuerdo a los datos de la agencia de calificación, tras la caída de los precios en 2014, las cinco mayores petroleras del mundo (ExxonMobil, Chevron, Shell, Total y BP) redujeron sus costes de producción entre un 35% y un 46% hasta 2017. «La calidad crediticia de todas las compañías petroleras y gasistas ha mejorado en los últimos dos años, al mismo ritmo que la recuperación de los precios del crudo», ha explicado Speer, quien no espera ninguna mejora de los ratings debido a que el apalancamiento y el flujo de caja se mantendrán estables.

Un tipo mínimo del 18%

Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha adelantado que las empresas que se dedican a la exploración de yacimientos de hidrocarburos pagarán un tipo mínimo del 18% en el Impuesto sobre Sociedades, frente al 15% que gravará al resto de grandes empresas. Montero indicó que actualmente los bancos y las petroleras están gravadas con un tipo incrementado del 30% en este impuesto, frente al 25% que sufragan el resto de entidades, por lo que también tendrán un tipo más alto en la reforma que está negociando el Gobierno con Unidos Podemos.

Según Montero, el Gobierno mantiene en el 15% el tipo mínimo que pagarán las grandes empresas y los grupos consolidados en el Impuesto sobre Sociedades, pero añadió que aquellas empresas (bancos y petroleras) que ya están pagando más por este impuesto (un 30%), pagarán también algo más tras la reforma. «Yo creo que cerraremos el paquete de fiscalidad en un plazo breve», reiteró la ministra.

Fitch Ratings prevé que el saldo de la deuda del sistema eléctrico español se reduzca en 2020 a la mitad de sus picos históricos de 2013

EFE / Europa Press. –  La agencia de calificación de riesgos Fitch espera que la deuda acumulada por el sistema eléctrico español descienda hasta 15.100 millones de euros en torno al año 2020, unos 6.000 millones menos que al cierre de 2017 y casi la mitad que en el punto más alto, registrado en 2013, cuando llegó a 28.800 millones.

En un informe sobre el déficit de tarifa en el mercado eléctrico ibérico, la agencia de calificación considera que esta trayectoria decreciente, tanto en España como Portugal, se mantendrá incluso en los escenarios más «adversos y recesivos», aunque a un ritmo «más lento» con respecto a la previsión de base.

Fitch destaca que estos diferentes escenarios pueden estar motivados por cambios en los marcos en la remuneración al transporte y la distribución, así como en el importe final de los subsidios a las renovables o en el resultado de los litigios internacionales presentados por inversores internacionales contra España.

Después de catorce años consecutivos de déficit tarifario, la deuda acumulada por el sistema eléctrico alcanzó su nivel más elevado en 2013 y, a partir de ese momento, empezó a descender a medida que se registraron superávit.

La deuda del sistema eléctrico se redujo hasta el entorno de los 21.000 millones de euros al cierre de 2017, desde los máximos de 28.700 millones de euros que alcanzó en 2013 y que llevó a abordar la reforma energética.

 

Moody’s mejora la calificación a largo plazo de Ence

EFE. –  La agencia de calificación crediticia Moody‘s ha mejorado la calificación a largo plazo de Ence Energía y Celulosa desde Ba3 (aprobado bajo) a Ba2 (aprobado) y mantiene su perspectiva estable, según ha informado la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La agencia reconoce con esa revisión de la calificación las mejoras estructurales en el modelo de negocio de Ence y estima que los precios de la pulpa de celulosa se mantendrán altos durante los próximos dos o tres años.

La agencia resalta que Ence ha aumentado en los últimos dieciocho meses su negocio de energía renovable, que, en general, es más estable que el de la celulosa.

Ence tiene una capacidad instalada de 170 megavatios (MW) y la contribución de la energía al resultado bruto de explotación (ebitda) ha crecido al cierre de 2017 a 50 millones de euros, frente a los 20 millones de euros que suponía en 2013.

Además, Moody‘s ha señalado que el negocio de energía ya cubre una buena parte de los costes fijos del negocio de celulosa y espera que su importancia siga creciendo, al tiempo que prevé que la nueva expansión se llevará a cabo sin un deterioro importante del balance.

Moody’s prevé que la deuda acumulada del sistema eléctrico se reduzca durante este año hasta los 19.000 millones de euros

Europa Press / EFE.- La agencia de calificación Moody’s espera una nueva reducción de la deuda acumulada de los sistemas eléctricos de España y Portugal este año gracias a la mejora de su entorno macroeconómico y a la estabilidad regulatoria. En este sentido, Moody’s prevé que la deuda del sistema eléctrico español se reduzca más de un 9% en 2018, hasta el entorno de los 19.000 millones de euros, frente a los 21.000 millones de euros del año pasado.

Moody’s prevé que la deuda de los sistemas eléctricos de España y Portugal se reduzca aún más en los próximos años con la contención de los costes de los sistemas y unos ingresos regulatorios estables y alineados con el crecimiento futuro del PIB. En este sentido, Moody’s espera que el porcentaje de la deuda acumulada pendiente de pago de la tarifa de electricidad respecto al PIB español caiga del 1,9% al 1,6% en 2018. Moody’s estima la cifra en que se sitúa el déficit eléctrico en 2017 y 2018 basándose en cálculos que suponen un desembolso constante similar a la cifra reportada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para 2016.

Por tercer año consecutivo después de una década de déficits, el sistema eléctrico español registró en 2016 un saldo positivo de 421,5 millones de euros, que elevan a unos 1.400 millones de euros el superávit acumulado. Pero, según explica Moody’s, el uso de los excedentes acumulados aún no se ha regulado por completo. De acuerdo con la orden ETU/1282/2017, el dinero de la cuenta de los superávits puede ser añadida al sistema de ingresos para cubrir desequilibrios potenciales. Sin embargo, Moody’s considera que aplicar este superávit a una reducción adicional de la deuda del sistema eléctrico es algo «limitado» ya que estos excedentes podrían destinarse a otros «desafíos» del sistema.

Cualquier pago no puede exceder de 200 millones de euros en 2017 o de 500 millones de euros para 2017 y 2018 combinados, ha indicado Moody’s, que ha señalado que, aunque no se esperan déficits, el dinero también podría usarse para cubrir posibles desviaciones en los ingresos y gastos previstos del sistema eléctrico. Además, Moody’s ha subrayado que el Gobierno español está considerando el uso de ese superávit para cubrir las indemnizaciones por reclamaciones legales de generadores de energía renovable por el recorte que se hizo de las primas, de las que en 2017 había 36 abiertas por un valor de 7.600 millones de euros.

Así, Moody’s añade que los niveles de deuda acumulada en el sistema eléctrico español y portugués seguirán reduciéndose este año «como resultado de la mejora del entorno macroeconómico y la estabilidad regulatoria de los últimos años». No obstante, prevé «un desapalancamiento más rápido en el caso de Portugal» en comparación con España, debido a que el plazo de amortización de la deuda es más corto. «Moody’s espera que la deuda acumulada como porcentaje del PIB caiga del 2,5% de 2017 al 2% a cierre de 2018 para Portugal«, señaló Ángel Jiménez, analista de la agencia.

En el caso de Portugal, la agencia considera que el sistema de ajustes e ingresos al sector eléctrico doméstico para que alcance el equilibrio es poco probable que logre el objetivo de reducir la deuda acumulada pendiente a 600 millones en 2020. En este sentido, apunta que el crecimiento de la demanda está siendo más débil de lo esperado y el coste de los subsidios de algunos años previos más alto de lo que estimó.

No obstante, recuerda que en los últimos dos años la deuda acumulada del sistema eléctrico portugués se redujo, gracias al aumento de los ingresos regulados y a una amortización más agresiva de la mayoría de la deuda pendiente de pago en Portugal, que se amortizará en 5 años, plazo inferior al de España. Por otra parte, la agencia de calificación no espera cambios importantes en el marco regulatorio de España y Portugal, pues la mejora macroeconómica que han experimentado desde 2014 ofrece pocos incentivos para que los responsables políticos introduzcan modificaciones y por la falta de mayorías legislativas en los parlamentos de España y Portugal.

Moody’s cree que Repsol tendrá más flexibilidad financiera para invertir en crecimiento orgánico tras la venta de Gas Natural Fenosa

EFE.- La agencia de calificación de riesgos Moody’s ha señalado que la venta por parte de Repsol del 20% del capital que mantenía en Gas Natural Fenosa aumentará la flexibilidad financiera de la petrolera a pesar de que caerán sus ingresos por dividendos, que en 2017 alcanzaron los 195 millones de euros. El análisis de Moody’s plantea que lo más recomendable es que Repsol reinvierta «prudente y gradualmente» los ingresos de esta operación en impulsar el crecimiento orgánico de la empresa.

Moody’s ve más conveniente está opción que realizar una gran adquisición o devolver efectivo a los accionistas. Este análisis llega tras el acuerdo de la petrolera con la sociedad Rioja Bidco, controlada por la gestora británica de fondos CVC y en la que tomará una participación Corporación Financiera Alba (Grupo March), para venderle el 20,072% del capital de Gas Natural Fenosa por 3.816,3 millones de euros. Con este acuerdo, que proporcionará a Repsol una plusvalía de unos 400 millones, el grueso del capital de Gas Natural quedará repartido entre Criteria, el fondo estadounidense Global Infrastructure Partners (GIP) y Rioja Bidco.

Fitch alerta de la incertidumbre sobre la retribución del sector gasista español debido a la injerencia política

Europa Press.- Fitch Ratings advierte de que persiste «la incertidumbre» sobre el sector gasista debido a la injerencia política a pesar de no haberse concretadopor el Gobierno la amenaza de ajustes a la retribución de la actividad regulada de transporte y distribución de gas.

En este sentido, la agencia de calificación considera que la decisión del Gobierno de aplazar estos recortes al sector no cambia su opinión de que el riesgo de interferencia regulatoria en el sector sigue siendo «más alto que en otras jurisdicciones, lo que podría perjudicar los perfiles de ingresos de las utilities«. De esta manera, cree que la situación pone de relieve las potenciales consecuencias «de la falta de un regulador independiente con un enfoque transparente y consultivo». Así, Fitch Ratings cree que el marco español está más expuesto al riesgo político y a la transparencia en comparación con otros países como Portugal e Italia.

El Gobierno estudia la introducción de ajustes en los costes regulados del sistema energético, centrados en la retribución de la actividad de distribución y transporte de gas, así como en el sector eléctrico, mediante su inclusión como enmiendas dentro del proyecto de Ley por el que se adoptan medidas urgentes para paliar los efectos producidos por la sequía, que se tramitó en el Senado, aunque finalmente estas enmiendas no se materializaron debido a la falta de respaldo del resto de grupos políticos. Asimismo, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, estimó que estos ajustes que prevé por sobrerretribución de activos del sector gasista supondrían un máximo de 50 millones de euros.

Los rumores sobre la aplicación de estos nuevos recortes llevó a las empresas energéticas dedicadas al negocio eléctrico y gasista a dejarse en Bolsa 9.000 millones de euros a lo largo de 7 sesiones. Para Fitch Ratings, la propuesta del Ministerio refleja el deseo del Gobierno de reducir los costes regulados del sistema y reestablecer el equilibrio entre los costes y los ingresos «a expensas de las empresas, de forma similar a 2014». Sin embargo, la agencia considera que el sistema gasista está más equilibrado en la actualidad que en 2014, «cuando la razón principal de la reforma fue el creciente déficit tarifario del gas».

Así, señala que, a pesar de los pequeños déficits registrados en 2015 (27 millones) y 2016 (90 millones), este último debido en gran parte a los costes adicionales por el cierre de Castor, se prevé un pequeño déficit para 2017, mientras que a partir de 2018 habrá superávits que ayudarán a ir gradualmente reduciendo la deuda acumulada pendiente de unos 1.000 millones de euros. Por ello, Fitch no cree que la sostenibilidad del sistema gasista sirva de excusa para justificar este recorte a la retribución. Además, el Gobierno actualizó la remuneración por los contadores de gas, lo que supone un impacto negativo de 6 millones de euros para las pequeñas distribuidoras y 40 millones de euros para Gas Natural Fenosa.

Moody’s advierte que los ajustes retributivos para el sector eléctrico y gasista afectarán negativamente a los ratings

Europa Press.– Moody’s ha advertido que de convertirse en leyes las medidas anunciadas por el ministro de Energía, Álvaro Nadal, para ajustar la retribución de las redes tanto de electricidad como de gas, así como de incrementar los requisitos para el cierre de plantas de carbón y nucleares, «tendrán implicaciones crediticias negativas para el sector«.

En un informe sobre la calidad crediticia de las compañías financieras en España para 2018, la agencia de calificación subraya que estas decisiones impactarían «en especial» en REE (Baa1 estable), el operador de la red eléctrica, así como en los principales operadores de plantas nucleares, que son Endesa (Baa2 estable) e Iberdrola (Baa1 positiva). Para Moody’s, «las inquietudes del Gobierno en torno a la asequibilidad de la energía han propiciado una posible carga regulatoria adicional».

Para el sector de petróleo y gas, la agencia considera que la recuperación de los precios del petróleo y los ahorros en los costes mejorarán las condiciones crediticias. Así, destaca que Repsol (Baa2 estable) se beneficiará del crecimiento de sus operaciones de exploración y producción (upstream) y de las operaciones de refinería y comercialización (downstream) «históricamente sólidas«. Asimismo, Moody’s pronostica un crecimiento real del PIB del 2,3% en España, lo que «respaldará la calidad crediticia de las empresas este año».

«Una mayor recuperación económica generalizada en sus principales mercados finales, Europa y América Latina, también beneficiará a las empresas españolas con presencia internacional», destaca la vicepresidente-senior analista de la agencia, Laura Pérez. No obstante, considera que las tensiones políticas y la normalización de la política monetaria seguirán siendo «factores relevantes» desde el punto de vista del crédito que afectarán a la mayoría de sectores corporativos.

A este respecto, el escenario central de Moody’s es que Cataluña seguirá formando parte de España. No obstante, las tensiones políticas y la incertidumbre «probablemente pesarán en el sentimiento económico y el gasto del consumidor y, por tanto, limitarán la demanda, lo cual conlleva implicaciones crediticias negativas para las empresas españolas», añade la agencia. Por otra parte, señala que la política monetaria seguirá siendo favorable y los bajos spreads de crédito respaldarán el coste de financiación y refinanciación de las empresas en 2018. Por ello, cree que la subida de los tipos de interés producirá un aumento inmediato del coste marginal de la deuda en el momento de la emisión.

Moody’s apuesta por fusiones entre petroleras y un precio de entre 40 y 60 dólares para el barril en 2018

Europa Press.- El precio del barril de petróleo oscilará en 2018 en un rango de entre 40 y 60 dólares, a pesar del acuerdo liderado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para ampliar hasta final de año las limitaciones a la oferta, según la agencia de calificación Moody’s, que apuesta por fusiones entre grandes empresas del sector este año.

Moody’s considera que en caso de registrarse precios por encima de esta horquilla se produciría un incremento del suministro, puesto que los países relajarían el cumplimiento de su compromiso de mantener estables las cuotas de producción, mientras se elevaría el volumen de crudo no convencional procedente de Estados Unidos. «La inestabilidad política en Oriente Próximo, junto a la asunción de que la OPEP ampliaría su acuerdo para limitar la oferta, contribuyeron a impulsar al alza los precios del petróleo a finales de 2017», según Terry Marshall, vicepresidente senior de Moody’s que espera “volatilidad en los precios por la combinación de la creciente oferta de petróleo shale de Estados Unidos con el no cumplimiento potencial de los recortes de producción pactados».

Por otro lado, Moody’s señala que las fusiones y adquisiciones en el sector «serán estratégicas y ocurrirán cada vez más entre las compañías más grandes» tras las adquisiciones «tácticas» de activos, desinversiones y swaps, realizadas en 2017. A este respecto, la calificadora de riesgos apunta que las firmas independientes de exploración y producción serán particularmente atractivas para las compañías petroleras integradas e independientes más grandes.

«En 2018, las empresas más grandes de exploración y producción con balances sólidos buscarán eficiencias de escala en las cuencas de mayor rendimiento», declaró Amol Joshi, vicepresidente de Moody’s, recordando que las empresas más pequeñas y a veces sobreendeudadas podrían generar valor fusionándose con productores más grandes para acelerar su desarrollo. Además, Moody’s apuesta por que las grandes petroleras invertirán durante 2018 en energías renovables y tecnologías energéticas alternativas, mientras algunas seguirán adelante con su transición hacia el gas natural.

El Brent en 68 dólares

Por su parte, el precio del barril de petróleo de calidad Brent ha llegado a los 68 dólares, escalando hasta máximos de hace dos años y medio, ante las tensiones políticas en Irán, mientras el euro marcaba su mejor cambio frente al dólar desde el pasado septiembre. En concreto, el precio del barril de crudo de referencia en el Viejo Continente ha llegado a alcanzar los 68,83 dólares, el más elevado desde mayo de 2015, frente a los 66,87 dólares registrados al cierre de 2017.

Una veintena de personas ha muerto durante las protestas registradas en Irán, que comenzaron en la ciudad de Mashhad, la segunda del país, pero pronto se extendieron a otras ciudades, incluida Teherán. El Gobierno iraní asegura que se ha restablecido la calma y el orden en buena parte de las ciudades del país que han registrado protestas antigubernamentales, en algunas de las cuales hubo disturbios.