Entradas

La mayor aportación de la energía eólica en el mes de diciembre ahorró más de 400 millones al sistema eléctrico

Europa Press.- La aportación de la energía eólica durante diciembre, en el que fue la primera tecnología en generación cubriendo el 24,3% de la demanda en España, permitió un ahorro a los consumidores de más de 400 millones de euros, según indicó la Asociación Empresarial Eólica (AEE).

En concreto, sin esa mayor aportación eólica en diciembre, el precio medio del mercado eléctrico podría haber sido de hasta 20 euros por megavatio hora (MWh) superior al que finalmente se traslada a los consumidores, por lo que su incremento en la generación ha supuesto un ahorro de un 30-35% respecto a una situación climatológica similar a la del año pasado. De esta manera, la eólica ha atemperado la subida de los precios de la electricidad en un mes de diciembre marcado por una mayor demanda eléctrica y la sequía.

El último mes de 2017 fue el segundo mes de diciembre con más generación eólica de la historia, sólo superado por diciembre de 2012, y duplicó su generación eléctrica con respecto al de 2016. Así, aumentando la demanda eléctrica y con el precio medio del gas natural un 7,6% superior a diciembre de 2016, la mayor aportación eólica permitió que el precio medio del mercado eléctrico haya cerrado en torno a unos 60 euros por MWh, frente a los más de 75 euros por MWh que podría haber alcanzando de no haber incrementado su generación, según indicaron fuentes del sector.

Además, el pasado 27 de diciembre se registró un récord de producción eólica, con un total de 330 GWh, siendo la primera tecnología en el mix de generación, con una cobertura de la demanda de electricidad del 47%, según datos de Red Eléctrica de España. En 2017, la energía eólica fue la segunda tecnología del sistema energético español, con el total de los 23 gigavatios (GW) instalados produciendo más de 47 teravatios hora (TWh), lo que ha supuesto el 19,2% de la electricidad consumida a nivel nacional en el año.

La AEE destacó que 2017 fue un año de «crecimiento» para el sector y que estuvo marcado por las subastas de renovables celebradas por el Gobierno, que «han dado un importante impulso» tras años en los que sólo se han instalado 65 MW eólicos y en los que la industria se ha visto obligada a exportar el 100% de su fabricación, y por el reto que representa la transición energética.

Como retos para 2018, la patronal considera necesaria una mayor electrificación de la economía y una mayor contribución de las renovables, y demanda una planificación para los próximos años que garantice un mix equilibrado. Además, pide establecer un marco regulatorio estable que permita atraer las inversiones necesarias para llevar a cabo una transición energética y, en el caso de Canarias, cree fundamental apostar por la eólica para abaratar el coste de generación en las islas, que actualmente es más del doble que en la Península.

Fernando Ferrando es el nuevo presidente de la Fundación Renovables

Europa Press.- Fernando Ferrando ha sido elegido nuevo presidente de la Fundación Renovables por los miembros del patronato de esta entidad, sucediendo en el cargo a Domingo Jiménez Beltrán. Ingeniero Superior Industrial por el ICAI y Licenciado en Ciencias Económicas, ocupaba el cargo de vicepresidente desde la puesta en marcha de la fundación. Entre los cargos que ha asumido destaca su participación en la creación del Instituto de Energías Renovables del Ciemat, presidente de la Asociación Empresarial Eólica y puestos de responsabilidad en Endesa y Gamesa Energía, entre otros, según la Fundación.

Ferrando destacó que la Fundación debe servir para «aglutinar a todos aquellos actores convencidos de que un cambio de modelo energético es posible». Como vicepresidentes le acompañarán en esta nueva etapa de la fundación Mariano Sidrach de Cardona (Catedrático de la Universidad de Málaga), Juan Castro-Gil (abogado) y Sergio de Otto. Por su parte, Maribel Núñez, actual gerente de la Fundación, asume también la secretaría del Patronato. Concha Cánovas, experta en energías renovables y ex directora general del IDEA, se incorpora como miembro del Comité Ejecutivo, en el que también permanecen Jiménez Beltrán, José Luis García Ortega y Joan Herrera.

La eólica prevé suministrar más de un 30% de la electricidad en 2030 con una potencia de 40.000 MW

Europa Press.– España necesitará 17.000 megavatios (MW) eólicos adicionales en 2030, alcanzando un total de 40.000 MW, para cubrir más de un 30% de la generación eléctrica del país con esta tecnología, según el análisis Elementos necesarios para la transición energética. Propuestas para el sector eléctrico, elaborado por la Asociación Empresarial Eólica (AEE) y remitido al Comité de Expertos para la Transición Energética.

En concreto, la AEE estima que para 2020 se alcanzarán los 28.000 MW, teniendo en cuenta las subastas de nueva potencia ya adjudicadas en 2016 y 2017 y el cupo eólico canario, que supondrán la instalación de casi 5.000 MW nuevos, por lo que la potencia eólica aumentaría en 1.700 MW anuales de media entre 2017 y 2020. Por su parte, en la década de 2020 a 2030 el ritmo de nueva potencia eólica sería de unos 1.200 MW de media al año, alcanzándose los 40.000 MW de potencia instalada.

Gracias a la nueva potencia eólica del escenario de la AEE, las emisiones del sector eléctrico se reducirían para 2020 en un 30% respecto a 2005 y un 42% para 2030. Así, en el escenario de la patronal, se alcanzaría el 100% de la descarbonización del sistema eléctrico para 2040. Además, el mix eléctrico español alcanzaría un 40% de cobertura de la demanda con renovables en 2020, un 62% en 2030, un 92% en 2040 y un 100% para 2050.

Según el estudio, estos 17.000 MW adicionales de eólica a 2030 planteados son «fundamentales» para cubrir la salida de plantas de generación basadas en combustibles fósiles del sistema y la cobertura del aumento de la demanda por la mayor actividad económica y la electrificación del transporte. Además, añade que también será necesario contar con la necesaria «repotenciación» en base al envejecimiento del parque eólico español.

Este incremento de eólico a 2030, según la patronal, supondrá la creación de unos 32.000 empleos en el sector, así como la aportación al PIB de más de 4.000 millones de euros. Además, la seguridad energética española mejoraría al reducirse las importaciones de combustibles fósiles en 18 millones de toneladas equivalentes de petróleo y evitaría la emisión de 47 millones de toneladas de CO2. La AEE dibuja un escenario a más largo plazo, hasta 2050, en cuyo horizonte el objetivo sería que la potencia eólica instalada alcanzara los 60.000 MW.

El director general de la patronal, Juan Virgilio Márquez, señaló que el sector eólico «está preparado y es competitivo para aportar al sistema la capacidad requerida para alcanzar los objetivos de descarbonización, suministrando más del 30% de la energía eléctrica en 2030″. Además, la AEE propone adoptar medidas para facilitar la aportación de las energías renovables en la consecución de objetivos en 2030 y 2050. A este respecto, pide establecer un marco estable para la instalación de renovables, con mecanismos estables de retribución, una senda de implantación y un calendario de subastas, así como facilitar las inversiones en interconexión para asegurar la penetración renovable y la posibilidad de exportar excedentes.

Asimismo, en el mercado eléctrico, aboga por establecer mecanismos de mercado que propicien señales de inversión a largo plazo para asegurar los objetivos de renovables y la capacidad de respaldo y el suministro, así como un mecanismo de carbon pricing (tasa-suelo en el precio del CO2, extendido también al transporte y a la climatización). En materia fiscal, defiende establecer una fiscalidad medioambiental que dé señales a los inversores para invertir en tecnologías limpias y eficiencia energética basada en el concepto de que quien contamina paga.

Rocío Sicre (EDPR), nueva presidenta de la patronal eólica, mientras la Comunidad Valenciana agiliza los trámites para instalar nuevos parques

Servimedia / EFE.- El Gobierno de la Comunidad Valenciana ha acordado la modificación del Acuerdo de 2001 de aprobación del Plan Eólico de la Comunidad Valenciana (PECV) para suprimir el instrumento de convocatoria o concurso previo previsto para la construcción y puesta en funcionamiento de parques. No es la única novedad para el sector ya que la junta directiva de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) ha nombrado presidenta a la hasta ahora vicepresidenta en representación de EDP Renewables Europe, Rocío Sicre del Rosal.

Según explicó la patronal eólica, su presidencia es rotatoria y Sicre sustituye en el cargo a Juan Diego Díaz Vega, que vuelve a ser vicepresidente en representación de Siemens Gamesa Renewable Energy. La nueva presidenta de AEE es licenciada en Administración y Dirección de Empresas por el Colegio Universitario de Estudios Financieros (Cunef). Sicre ha desarrollado toda su carrera en torno a las renovables como directiva especializada en energía y financiación: primero en Unión Fenosa Energías Especiales y posteriormente en el Grupo Hidrocantábrico (actualmente parte de EDP), donde fue nombrada en 2008 directora general de EDPR para España, cargo que continúa desempeñando en la actualidad.

La nueva presidenta subrayó que el sector eólico «se enfrenta a un momento crucial una vez más». Por ello, ha añadido que tendrán que trabajar «muy duro y junto a todas las partes interesadas para hacer valer la importancia y la necesidad de apoyo a una tecnología consolidada, eficiente, que genera empleo y que contribuye al futuro sostenible» del país.

Cambios en la Comunidad Valenciana

La Comunidad Valenciana exigía que, antes de poder presentar un proyecto para realizar un parque eólico, la Generalitat, a través de la consejería competente en materia de energía (Economía Sostenible), tenía que realizar una convocatoria pública para la presentación de proyectos en una o más de las 15 zonas en las que se permiten instalar este tipo de centrales eléctricas.

En el Plan Eólico aprobado en 2001 se realizaron dos convocatorias, resueltas en 2003 y 2009, que adjudicaron una potencia aproximada de 2.680 megavatios, y en la actualidad únicamente se ha puesto en servicio un 44% de toda la potencia adjudicada (1.200 megavatios aproximadamente). La vicepresidenta del Ejecutivo autonómico, Mónica Oltra, ha explicado que el desarrollo de la energía eólica ha sido muy «desigual», ya que de las 15 zonas eólicas posibles recogidas en el PECV, sólo se han desarrollado 9 de ellas y en algunas de éstas el desarrollo ha sido parcial, mientras que en las 6 zonas restantes no se instaló ningún aerogenerador.

En este contexto, el Gobierno autonómico considera necesario eliminar la necesidad de convocatoria o concurso previo porque supone mayores plazos, por la tramitación añadida para la puesta en servicio de nuevos parques eólicos, y porque estaba diseñada de manera que las solicitudes se tenían que presentar por zonas completas, lo que se restringía a empresas con cierto tamaño empresarial. Además, las eólicas eran las únicas centrales eléctricas que tenían que pasar por ese concurso previo, ya que este procedimiento no se exige para implantar otro tipo de centrales como las fotovoltaicas, termosolares o ciclos combinados.

Por tanto, la eliminación de la convocatoria como instrumento para el desarrollo de parques eólicos permitirá que, a partir de ahora, puedan presentarse en las zonas aptas para ello, nuevos proyectos eólicos y que éstos puedan ser desarrollados por empresas más pequeñas, según el Ejecutivo. La implantación efectiva de los nuevos proyectos seguirá sujeta a las normas de ordenación del Plan Eólico, que determinan las zonas que son aptas para el desarrollo eólico de nuestro territorio. Igualmente, los proyectos presentados deberán obtener el pronunciamiento favorable previo a su construcción por parte de los órganos competentes en materia de energía, evaluación ambiental, ordenación territorial y urbanística.

Junto a la supresión de la convocatoria, también se realiza un mandato a las Consejerías con competencias en la implantación de parques eólicos para que, en un año, realicen una evaluación del actual modelo de ejecución y desarrollo de la energía eólica para proceder a una revisión o reformulación, con la finalidad de continuar aprovechando, en aquellas zonas donde sea viable, el recurso eólico disponible.

El sector eólico invertirá más de 4.500 millones de euros en el desarrollo de los 4.600 MW de las subastas

Europa Press / EFE.- El sector eólico estima que la instalación de los más de 4.600 megavatios (MW) de esta tecnología adjudicados en las tres subastas realizadas entre 2016 y 2017 supondrán unas inversiones superiores a los 4.500 millones de euros y la creación de entre 25.000 y 30.000 empleos, entre directos e indirectos, durante el periodo de instalación.

La Asociación Empresarial Eólica (AEE) señala que los 1.128 MW eólicos, adjudicados entre los 5.037 MW que dio como resultado la última subasta de renovables celebrada, «da continuidad a la actividad del sector de cara a lograr el cumplimiento de los objetivos europeos». En las dos subastas celebradas este año, se han adjudicado un total de 8.037 MW de nueva potencia renovable distribuidos entre 4.107 MW eólicos, 3.910 MW fotovoltaicos y 20 MW correspondientes a otras tecnologías, a los que hay que unir los 700 MW (500 MW de energía eólica y 200 MW de biomasa) que se adjudicaron en la de enero de 2016.

Asimismo, la AEE confía en que «todos los actores implicados como promotores, fabricantes, entidades financieras, administraciones públicas, autonómicas y municipales, trabajen «mano a mano» para que a finales de 2019 todos los proyectos adjudicados en las tres subastas realizadas estén en funcionamiento, «momento en que se comprobará la eficacia real de las mismas«. Para la AEE, el resultado de las subastas muestra que la eólica es, en la actualidad, «la tecnología que puede aportar más energía al cumplimiento de los objetivos de 2020 a un menor coste para el sistema».

No obstante, la patronal subraya que, «más que nunca», es necesaria una planificación energética para los próximos años que tenga en cuenta las necesidades energéticas y de descarbonización del país a largo plazo, que garantice un mix equilibrado entre las diferentes tecnologías, dentro del ámbito de un futuro mercado eléctrico que debe permitir la incorporación de tanta potencia renovable sin poner en riesgo las inversiones. Por ello, pide que se «dé visibilidad» al sector renovable con un calendario de subastas que, más allá incluso de los objetivos europeos a 2020, considere los compromisos internacionales en materia medioambiental, tanto para 2030 como el Acuerdo de París, como los hitos necesarios de cara a la transición energética.

Asimismo, AEE insiste en que los 23.000 MW eólicos instalados en España desde los años noventa lo hicieron «en un momento de menor madurez tecnológica y diferentes condiciones financieras» y, por lo tanto, con mayores costes, por lo que «deben respetarse los incentivos hasta el final de su vida útil regulatoria» y no modificar su rentabilidad razonable cada 6 años durante su vida útil regulatoria.

El recinto del Bilbao Exhibition Centre (BEC) acogerá en abril de 2019 el principal certamen europeo de la industria eólica

EFE.- El recinto de Bilbao Exhibition Centre (BEC), en Barakaldo (Vizcaya), acogerá del 2 a 4 de abril de 2019 el certamen WindEurope Conference & Exhibition, la feria más importante de Europa del sector eólico que reúne a una media de 8.000 profesionales y más de 400 empresas de 50 países.

La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno del País Vasco, Arantxa Tapia, ha presentado en el BEC este certamen que organiza la Asociación Europea de Energía Eólica (WindEurope). Tapia ha señalado que hasta abril de 2019 hay que trabajar para «diseñar» esa cita «de primer nivel» y demostrar que Euskadi cuenta con un tejido industrial en el ámbito de la energía eólica que es «un referente» en Europa cuya competitividad está «en alza».

Detalló que en Euskadi hay 105 empresas del sector de la energía eólica, que generan más de 15.000 empleos, de ellos 976 empleos dedicados a la I+D, y que cuentan con una facturación global de 7.322 millones de euros. Destacó que la energía eólica es «atractiva» por «su potencialidad» en el conjunto de la cadena de valor en la que hay empresas «relevantes» junto a «todo un tejido de empresas proveedoras y de I+D» que permiten suministrar sistemas, componentes y servicios «de alto valor añadido».

El consejero delegado de WindEurope, Giles Dickson, ha señalado que se ha elegido el BEC para el certamen de 2019 porque Euskadi tomó la decisión de invertir en el desarrollo de la industria eólica sin la perspectiva de disponer de parques eólicos propios. Además, destacó que Euskadi es una región europea en la que conviven «perfectamente» la energía eólica y otras energías renovables, que cuentan con inversión y apoyo por parte de las administraciones públicas, con la industria pesada tradicional.

Por su parte, el presidente de AEE (Asociación Empresarial Eólica), Juan Diego Díaz, ha destacado que en España hay más de 600 empresas del sector eólico que dan empleo a 22.000 personas y que se trata de un sector «fundamental» en el desarrollo industrial español. Ha señalado que 2019 será clave para la instalación de megavatios y la «fecha perfecta» para analizar los retos tecnológicos que debe afrontar el sector y que se tratarán en el Congreso Español de Energía Eólica que tendrá lugar de manera paralela a la exposición.

La AEE eleva a 15.000 MW adicionales hasta 2030 la apuesta por la tecnología eólica dentro de la transición energética

Javier Angulo / Agencias.- Apenas hay dudas de que la lucha contra el cambio climático está empezando a marcar el camino de la agenda energética de Europa y, más concretamente, de España. En este marco, el III Congreso Eólico ha servido para que la patronal del sector, la Asociación Empresarial Eólica (AEE), eleve su ambición de cara al horizonte 2030, aumentando la nueva potencia a instalar en este período de los 12.700 megavatios (MW), indicados en el II Congreso Eólico, hasta los 15.000 MW.

De este modo, de los 12.700 MW contemplados hace un año para cumplir los objetivos de la Unión Europea, la ambición eólica se acrecienta hasta los 15.000 MW en línea con las voces que reclaman más renovables para cumplir con lo estipulado en el Acuerdo de París. En estas cuentas se incluyen los megavatios adjudicados en las subastas que se están celebrando. 15.000 MW que garantizan, según el presidente de la AEE, Juan Diego Díaz, «el correcto funcionamiento del sistema».

Díaz destacó que la energía eólica es actualmente competitiva y eficiente para el sistema. No obstante, advirtió que las subastas renovables realizadas en España, adjudicadas con el máximo descuento posible sobre el incentivo, serán un éxito cuando los proyectos adjudicados «estén vertiendo electricidad a la red», por lo que aseguró que es «responsabilidad de todos» los implicados que se «llegue a tiempo» para cumplir los objetivos comprometidos. En esta línea, Díaz subrayó que el Acuerdo de París no hubiera sido posible «sin que la descarbonización saliera gratis a los gobiernos», subrayando la gran rebaja que ha habido en los costes de generación de energía renovable.

La AEE ha celebrado el regreso de la actividad del sector en España con las nuevas subastas «después de un largo letargo» en que las empresas eólicas han tenido que desarrollarla en el exterior. En este sentido, ha recordado que el eólico es el único sector renovable que tiene industria propia en España, donde hay 210 centros de fabricación en 16 de sus 17 comunidades autónomas, con lo que la vuelta de la actividad al mercado nacional contribuirá a la creación de empleo. Ha señalado que hoy en día un 10% de la potencia instalada en el mundo procede de empresas españolas, que crean 90.000 empleos, y que España es el cuarto exportador de aerogeneradores.

Díaz reclamó un sistema de subastas de renovables distinto al de España, que ve «muy complejo», y que se hagan diferenciadas por tecnologías y con un calendario. También pidió que se elimine la revisión cada 6 años de la rentabilidad razonable a percibir por las renovables y ha añadido que, si en noviembre de 2019 se revisase a la baja, tendrá un gran impacto y podría dejar al sector en una situación económica muy vulnerable. Así, Díez señaló que es necesario dar al sector «mayor visibilidad» con un calendario de subastas que permitan una mayor planificación para el sector, así como evitar los «movimientos bruscos» regulatorios, garantizando unos «ingresos que sean «más estables y predecibles«.

En su opinión, eliminar esa revisión, “una de las grandes preocupaciones del sector” según indicó Díaz, «sería clave» para la estabilidad regulatoria en España, al tiempo que ha señalado que, aunque ahora se esté adjudicando potencia para proyectos eólicos prácticamente sin incentivos “no significa que haya otros que no los necesiten, pues se pusieron en marcha en un momento en que la tecnología era menos madura y tienen mayores costes, y actualmente muchos de esos parques luchan por salir adelante”.

Por otro lado, ha avanzado algunos puntos del documento La transición energética en España. La visión del sector eólico, que la AEE presentará próximamente. Díaz avanzó que en el mismo apuestan por una mayor electrificación, por que se haga una planificación para los próximos años que garantice un mix equilibrado y un calendario de subastas de renovables, que tenga en cuenta los compromisos medioambientales y los hitos necesarios para una ordenada transición energética que evite «cambios radicales» del modelo regulatorio. También reclama que las comunidades autónomas eliminen impuestos medioambientales que «sólo esconden un afán recaudatorio», como los cánones eólicos, y advierte que si no lo hacen, con el incremento de la competitividad, los proyectos irán a parar a otras regiones.

Por su parte, la secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela, destacó que la eólica se trata de una tecnología «madura con capacidad de expansión» y señaló que es un sector que ocupa ese lugar destacado porque ha habido «mucha investigación y desarrollo». Asimismo, Poncela apostó por el papel del ICEX para acompañar a las empresas del sector en su internacionalización, tanto por medio de la promoción como dándoles servicios más especializados, en las oportunidades de inversión que se presentan fuera de nuestro país.

Energía no descarta ante ofertas competitivas ampliar más allá de 3.000 MW la potencia renovable a adjudicar en la subasta

Javier Angulo / Agencias.- El secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, no descarta ampliar la potencia a adjudicar en la próxima subasta de renovables, que se celebrará en julio, «si las ofertas son competitivas y a costes interesantes para el consumidor». Por ello reconoce que desde el Ministerio han acelerado la tramitación de esta subasta, porque el margen es “estrecho” para que los proyectos eólicos puedan estar en funcionamiento en 2019 y computar para los objetivos de 2020.

Navia aseguró que el decreto permite ampliar los 3.000 megavatios (MW) verdes inicialmente previstos para la subasta, algo que podría suceder ya que en la realizada en mayo hubo mucha oferta, hasta el triple de lo previsto, que «venía por debajo del descuento máximo permitido». «Es indicativo de que hay más capacidad de competir ¿Cuánta más? Espero que mucha, cuanta más, mejor», apuntó al respecto, ya que hasta que no se celebre la subasta en julio no se podrá determinar. El decreto señala que el cupo fijado «se incrementará» por encima de esa cantidad «para permitir la inclusión de potencia de todas aquellas ofertas que tengan el mismo sobrecoste que la última adjudicada», siempre que éste sea nulo o inferior.

De cara al futuro, explicó que se va a tener que seguir incorporando renovables al sistema, pero ya entrados en 2018, aunque habrá que elaborar la planificación energética para conocer la cantidad que tendrá que incrementar España su potencia renovable. No obstante, aseveró que las subastas son, junto a otras fórmulas, la forma de llegar al objetivo que se marque en 2030, sea el 27%, el 30% o el 35%.

Eso sí, el secretario de Estado defendió las subastas como el sistema «más efectivo» para alcanzar los objetivos de renovables y se mostró convencido de que se alcanzará el objetivo del 20% en el horizonte de 2020. «Con lo que tenemos ahora mismo aprobado más esta subasta, que no sabemos todavía cuánto vamos a hacer, estaríamos en el 19,5-19,6%. Nos faltan unas 4 décimas a 3 años para el objetivo. A falta de 4 décimas deberíamos ser capaces de llegar al objetivo adoptando medidas en otros sectores», añadió al respecto.

En su participación en el III Congreso Eólico, Navia afirmó que en esta próxima subasta verde es necesario «profundizar en los descuentos», dando mayor margen a competir entre las tecnologías. A este respecto, afirmo que la experiencia de la anterior subasta fue «muy reveladora» y se debe continuar «por ese camino», con una neutralidad tecnológica que sigue siendo «un elemento fundamental». «Es la primera vez que se consiguen unos volúmenes tan significativos sin que el usuario vaya a tener que pagar una prima. Es lógica económica», añadió al respecto. Asimismo, defendió el modelo de subasta utilizado frente a los de otros países, ya que hay que ser «muy conscientes del coste porque en el pasado asumimos unos costes muy elevados».

Asimismo, mostró la predisposición del Ministerio de Energía a «facilitar» que los adjudicatarios del desarrollo de potencia renovable en las subastas puedan completar los proyectos «en plazo». Por otra parte, Navia insistió en que la planificación energética deber ser «fruto del consenso» entre los distintos agentes del sector, las fuerzas políticas y el Gobierno, y en este sentido enmarcó la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y la negociación del conocido como paquete de invierno de la Unión Europea. “La lucha contra el cambio climático va a condicionar a partir de ahora toda la regulación energética, indicó el secretario.

A este respecto de la transposición de los objetivos europeos, Navia señaló que debe haber «coherencia» entre los instrumentos y los objetivos para que sean alcanzables de forma efectiva, para lo que consideró que se debe avanzar en las interconexiones energéticas. «No vale de nada marcarse objetivos muy ambiciosos si no nos dotamos de los instrumentos. En algún punto del camino nos daremos cuenta que los objetivos son irrealizables. Nuestra gran preocupación es dotar a esos objetivos ambiciosos de unos instrumentos potentes para alcanzarlos de forma objetiva», añadió al respecto.

En cuanto a las acciones para avanzar en soluciones de almacenamiento energético, Navia avanzó que se ha previsto utilizar una parte del superávit eléctrico acumulado para que España cofinancie la parte que le corresponde aportar a los fondos estructurales que recibe para llevar a cabo proyectos de este tipo, así como de incorporación de renovables. Por otra parte, defendió la normativa del Gobierno que reduce la vida útil de las instalaciones de tratamiento de purines, ya que «da mandato total a la sentencia del Tribunal Supremo». «Nuestro trabajo no es ser generosos, sino hacer una estimación técnica de la vida de la vida útil razonable de la instalación», apuntó el secretario de Estado de Energía.

Juan Virgilio Márquez (AEE): “Con estabilidad regulatoria y seguridad jurídica participarían aún más operadores en las subastas de energías renovables” (II)

Javier Angulo.- Apenas un mes después de la última subasta de renovables, el Consejo de Ministros ha dado luz verde a la nueva subasta anunciada recientemente por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy: 3.000 MW destinados a las tecnologías eólica y solar fotovoltaica. Precisamente son las subastas el principal tema a abordar en esta segunda parte de la entrevista al director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Juan Virgilio Márquez (Madrid, 1973).

La falta de diálogo con el sector fue uno de los principales reproches que se realizaron al Ministerio de Industria con el tándem José Manuel Soria-Alberto Nadal. ¿Hasta qué punto ha cambiado la situación en la nueva legislatura, con el nuevo Ministerio de Energía y la llegada de Álvaro Nadal?

Se están dando pasos en una dirección correcta, como muestra el dialogo de expertos para la formulación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Es de valorar, pero siempre hemos pedido que el dialogo tiene que estar en todas las fases de ejecución de los grandes proyectos o programas que el Gobierno tiene que lanzar. Uno de esos asuntos son las subastas. Nos hubiera gustado que en la gestación o diseño de las subastas, en la fase inicial, se hubiera dialogado con todos los sectores renovables para recopilar de cada uno de ellos sus principales necesidades y mejorar su diseño. Se están dando buenos pasos, a diferencia de la etapa anterior, pero hay cuestiones que se pueden mejorar.

¿Cómo valora el sistema de subastas de renovables puesto en práctica para la subasta de mayo y que todo indica que volverá a utilizarse prácticamente igual para la anunciada subasta de otros 3.000 MW renovables?

El sistema de la última subasta, que era bastante similar al de 2016, es complejo.En otros países, casos de éxito a nivel internacional, se establecen sistemas en los que se subasta un incentivo por producción de energía; aquí se subasta un incentivo por potencia instalada. Todosistema complejo implica riesgos, en primer caso, de interpretación. Por ello, no terminamos de ver la ventaja de la neutralidad tecnológica; entendemos que habría que realizar subastas que incorporasen cupos por tecnología que saliesen de una planificación energética, del mix que el Gobierno quiere conseguir para el futuro.

Por ello, creemos que una subasta no se debería limitar a una puja cuantitativa por un incentivo sino que debería tener en consideración una serie de condicionantes que rodean al ámbito energético en este país: hay una distribución regional peculiar, con un mayor recurso eólico en el norte y mayor recurso solar en el sur; hay una industria propia, una industria eólica que hay que cuidar, con más de 200 centros de producción en 16 comunidades autónomas. Asimismo, hay una conciencia ambiental importante. La subasta podía haber sido una oportunidad para aglutinar todos estos intereses públicos para integrarlos en un mecanismo que, aún con estos parámetros, seguiría garantizando un precio muy bajo, de incentivo 0  durante este primer período regulatorio.

¿Ha habido discriminación a favor de la eólica, tal y como denuncian las organizaciones solares?

A día de hoy no puedo asegurar que se haya favorecido a alguna tecnología. Los parámetros asignados a cada tecnología no minusvaloran el rendimiento que podría aportar cada tecnología, discriminando a la solar en beneficio de otras, como se ha dicho. Así que, simplemente por el diseño de la subasta, no me atrevo a decir que se haya favorecido a la eólica, salvo en caso de descuento máximo. Es evidente que uno, cuando hace el diseño de una subasta y al margen del contexto, no piensa que la oferta que va a ir al descuento máximo va a ser mayoritaria. Puede pensar que las plantas que más prestaciones den, vayan al descuento máximo, pero no el 100% de la subasta.

Lo cierto es que las subastas están integradas en un contexto. En diseño no se beneficia a la eólica, pero claro, cuando se da que la mayor parte de la oferta va al descuento máximo, lo que priman son las horas de producción. Y si el contexto es que hay mucho proyecto, parado durante mucho tiempo, tanto eólico como fotovoltaico, y se subastan 3.000 MW, se llena con las tecnologías que más producen, en este caso la eólica. La conclusión de la subasta es que se ha quedado pequeña, que hay capacidad de aportar más megavatios renovables a descuento máximo.

En 2015, AEE reclamaba al Gobierno un calendario de subastas. Ha habido dos subastas, se anuncia otra de 3.000 MW en próximos meses. ¿Se cumplen las expectativas de la patronal?

En 2015 se hablaba de una planificación energética, con una serie de megavatios necesarios para cumplir los objetivos. La realidad es que no ha habido ese calendario de subastas, simplemente ha habido dos subastas para el cumplimiento de objetivos de renovables comprometidos con Europa. Y la próxima subasta que viene es consecuencia de que las anteriores se han quedado pequeñas.

Hay quién no duda en hablar de improvisación en esta forma de anunciar las subastas…

Desde AEE hemos pedido siempre una planificación energética a largo plazo. Permite prepararse, que las industrias hagan ofertas competitivas, busquen los mejores desarrollos tecnológicos, busquen los mejores parques… Lo que ocurre es que hay una subasta del 2016, que se llenó con el descuento máximo del 100%; hay otra este año en la que se han corregido aspectos, como un límite al descuento máximo, y también se ha vuelto a llenar; conclusión: el Gobierno ha visto que hay más oferta a descuento máximo y por eso plantea realizar otra subasta.

Respecto a la primera subasta, ¿desde AEE hay confianza en que los adjudicatarios vayan a llevar a cabo sus proyectos?

No tenemos ningún indicio que diga que los proyectos no se van a hacer. Confiamos en las empresas que han resultado adjudicatarias de la subasta. Llevamos mucho tiempo parados, con los proyectos en los que, en muchos casos los permisos ya adjudicados, perfectamente estudiados. Además, esas subastan también exigían avales, por lo que las empresas adjudicatarias saben a lo que se arriesgan si no cumplen, con los avales que se ejecutan como penalización. Eso sí, hasta que no se materialicen los proyectos no podemos decir que la subasta ha sido un éxito. Las subastas tendrán éxito siempre y cuando los proyectos se lleven a cabo.

El Gobierno confía en que con estas subastas se conseguirá alcanzar el objetivo de renovables del año 2020. Sin embargo la planificación energética indica que España necesitaría 8.500 MW renovables, de los cuales 6.400 MW eólicos. ¿Esperan que haya más subastas aparte de la que se acaba de anunciar por parte del presidente del Gobierno?

Esa planificación de 2015, de Red Eléctrica, es la que venimos utilizando porque está bien estudiada y es una referencia del sector. Teniendo en cuenta los 500 MW de la primera subasta, el cupo canario, los 2.900 MW de la subasta de mayo más los megavatios que la eólica pueda conseguir en la próxima subasta, creemos que a nivel de sector eléctrico se cumplen los objetivos. Pero insisto, el reto no es el sector eléctrico sino el resto de sectores del que un 20% de energía final consumida tiene que proceder de fuentes renovables. El objetivo se va a cumplir siempre que tengan el avance necesario para poder cumplirlo, sobre todo en lo que se refiere al transporte y calefacción.

¿Estas subastas suponen el impulso necesario para la industria eólica después de la moratoria renovable?

Esta subasta ha generado mucha esperanza en el sector. Estábamos en un momento complicado porque llevábamos mucho tiempo parados y los centros industriales ubicados en España llevan 3 años exportando el 100% de su producción, casi 3.000 millones de euros al año. Somos un sector incorporado a la mesa de sectores estratégicos con el calzado, el vino, los fabricantes de automóviles… un sector que ha sabido soportar la crisis, soportar la reforma, y reorientar su actividad para ser un player de referencia a nivel mundial, produciendo aerogeneradores para todo el mundo

Un mercado local siempre es muy bueno porque genera eficiencia en costes, los centros de producción se quedan en España. Va a generar empleos, entre 25.000 y 30.000 empleos  equivalentes en la fase de producción y de fabricación de los parques, contando empleo directo e inducido. Y en funcionamiento de los parques unos 6.000 empleos equivalentes al año, además de 3.000 millones de euros de inversión. Es una noticia estupenda, una inyección de moral, esperanza y alegría

¿Cuál  puede ser el cambio de fisonomía en el sector eólico? Hay operadores eólicos, con fuerte implantación en España, que no han acudido a la subasta. Otros han acudido al  necesitar incorporar potencia renovable a su mix empresarial de generación… ¿cómo anticipáis que va a ser la evolución del sector?

Hay que diferenciar que estos nuevos actores entran sin ninguna carga del pasado. Los fondos de inversión llegan en buena situación porque los activos tienen un nivel de eficacia y eficiencia importante y los explotan correctamente. Hay una serie de empresas, principales actores de la implantación renovable en España, que tienen una cantidad importante de activos que han sufrido la reforma energética y optan por estrategias más conservadoras. Hay otras empresas que tratan de cambiar su modelo de generación y apuestan por renovables ante la transición energética. Desde la AEE respetamos las estrategias particulares de cada empresa y creemos que hay que dar cabida a todos para que las renovables sigan generando más energía y sean cada vez más baratas.

Con mayor nivel de seguridad jurídica ¿Creéis que podría volver a participar en nuevas subastas de potencia algún operador que declinó participar en la subasta?

SI se estableciera un marco futuro en el que la estabilidad regulatoria y la seguridad jurídica estuviera garantizada a unos niveles como los que desde el sector estamos demandando, habría mayor penetración de muchos actores, no sólo de los que no han acudido a la subasta. La regulación en España permite al Gobierno realizar cambios cada cierto tiempo, cambios que nos preocupan mucho. Estamos hablando de que cada 6 años se puede cambiar la rentabilidad razonable, la rentabilidad regulada que por ley se garantiza al inversor. Una empresa lo tiene que tener en cuenta para su estrategia. No hay seguridad desde ese punto de vista.

No se sabe que va a pasar a partir de 2020, esperamos que el Gobierno abra una vía de diálogo con el sector para conocer sus necesidades y sus problemas. Hay que tomar decisiones que garanticen las inversiones realizadas y la sostenibilidad del sistema de tal forma que no vuelva a penalizarse a los inversores que en su momento apostaron por implantar las renovables en España. Si eso se garantizase, el avance de las renovables en España a precios todavía más competitivos sería mucho mayor. Habría más seguridad, más confianza, y en las subastas de renovables participarían aún más operadores.

 

Primera parte de la entrevista en este enlace:

Juan Virgilio Márquez (AEE): “La transición energética tiene que ser ambiciosa, a largo plazo, planificada y eléctrica”

Juan Virgilio Márquez (AEE): “La transición energética tiene que ser ambiciosa, a largo plazo, planificada y eléctrica”

Javier Angulo.- Este jueves es el Día Mundial del Viento de 2017. Corren de nuevo buenos aires para la industria eólica en España, principal adjudicataria de la reciente subasta de energrenovables celebrada. Y no parece que vayan a cesar, con la transición energética en el horizonte. Juan Virgilio (Madrid, 1973) es desde el pasado mes de diciembre el director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), la patronal del sector, y atiende a EnergíaDiario.com para hacer un repaso general al momento que vive la eólica española.

Para empezar, ¿cuáles son las principales demandas del sector eólico?

La principal petición del sector es que se elimine de la ley la posibilidad de revisar la rentabilidad razonable de los proyectos cada 6 años, clave para la estabilidad regulatoria de nuestro sector. Más allá de eso, la planificación energética en España es una necesidad. La directiva europea de renovables es una oportunidad; debe ser ambiciosa a largo plazo y comprometer a todos los países. En este sentido, la estabilidad regulatoria es esencial para garantizar la inversión en este sector y la tecnología eólica es una de las más punteras, comparable con cualquier energía convencional y cualquier otra renovable, para proporcionar energía durante más horas a un precio muy competitivo.

Se acerca el III Congreso Eólico organizado por AEE: ¿Qué podemos esperar de esta edición?

Es la principal cita del sector a nivel anual y estamos muy ilusionados: la coyuntura es buena, salimos de una subasta en la que la eólica se ha adjudicado una cantidad de megavatios importante, lo que supone un ápice de esperanza. El Congreso tiene dos partes: una más de geopolítica de la energía, en la que vamos a tener dos secretarios de Estado, de Energía y Comercio, así como dos dirigentes equivalentes al rango de secretarios de Estado de Argentina, de Energías Renovables y de Producción. Habrá también una mesa de CEOs para discutir aspectos de las subastas; una mesa de la Industria para abordar su planteamiento sobre la transición energética; y una mesa de la Unión Energética en Europa.

También tenemos conferencias técnicas muy interesantes que abarcan todos los retos del sector desde una perspectiva muy innovadora, tratando todos los desarrollos tecnológicos que son el futuro: sistemas de predicción del recurso eólico mediante tecnologías de láser/radar, mejoras de la estimación de la corrosión en eólica offshore, técnicas de sensorización para el mantenimiento preventivo, la industria 4.0… Tocamos todos los palos de las tecnologías que se complementan con la tecnología eólica de generación para mejorar las prestaciones. El Congreso es una cita única cada año donde se aglutinan estas dos visiones. Tenemos representación desde el más alto nivel político hasta un nivel mucho más técnico.

Argentina es el país invitado. ¿Qué puede aprender el sector eólico de España del argentino?

Argentina es uno de los países que a día de hoy está apostando con más claridad por las renovables. Tiene un compromiso a nivel político importantísimo, con una política energética clara y una planificación energética que da visibilidad y seguridad para el inversor. Ha establecido mecanismos de garantía de cobro muy interesantes para asegurar que el riesgo país, que antes podía haber, ya no existe.

A día de hoy es una de las salidas más importantes para la industria española, que lleva 3 años de letargo en España, de parálisis, y que de alguna forma ve que estos mercados están despegando. Argentina está aprovechando las lecciones aprendidas de lo que se ha vivido en otros países pioneros, entre ellos España, de cómo hacer subastas sencillas, como hacer subastas que generen confianza, como generar mucha afluencia de ofertas y conseguir la ejecución de proyectos. Es un país adecuado para conocer más.

También estará el eurodiputado socialista José Blanco, justo cuando la Unión Europea está en pleno proceso regulatorio. ¿Qué esperan de la nueva directiva de renovables desde el sector eólico español?

La directiva es una oportunidad única porque va a establecer el marco de referencia a nivel europeo. Tiene que ser ambiciosa, una directiva que genere un nivel de ambición superior al que actualmente tiene acordado Europa; tiene que generar estabilidad, que intente impedir que se vuelvan a repetir situaciones del pasado; tiene que garantizar una seguridad jurídica.  Asimismo, nos gustaría que los objetivos a 2030 fueran vinculantes por país. Es una oportunidad para que toda Europa se fije un objetivo común y todos los países europeos caminemos por la misma senda, con un ritmo equivalente y razonable, y no se repitan errores como los que se cometieron en el pasado.

¿Ambición es ir más allá del 27% de energías renovables fijado por Europa para 2030?

Por supuesto. Ambición es ir a un 35%. Para alcanzarlo el reto más importante ya no es para el sector eléctrico, que está haciendo sus deberes. El reto son los otros sectores, el sector transporte y calefacción. Pero si queremos alcanzar un nivel de descarbonización total en 2050, no salen las cuentas con un 27% para 2030. Hay que ser más ambicioso y coger una energía de activación al principio, una inercia, para no poner en riesgo el objetivo final y que no haya errores.

¿Cuáles son los elementos a considerar de cara a la anunciada nueva Ley de Transición Energética desde la industria eólica?

La Ley de Transición Energética es una oportunidad única. Hay un momento político adecuado, con una diversidad en el parlamento que tiene que generar los acuerdos y consensos necesarios para el largo plazo, que no cambien con cada legislatura. Hay una serie de vectores clave que tienen que guiar la transición energética. Desde la AEE creemos que la transición energética tiene que ser ambiciosa, a largo plazo, planificada y eléctrica.

El camino principal es la electrificación. Tiene que ser una transición eléctrica, donde desde los patrones de consumo de determinadas energías más convencionales se pase a patrones de consumo de energía eléctrica. Tiene que ser una transición que genere estabilidad del sistema a todos los niveles: estabilidad regulatoria, económica e industrial, que el sector tenga visibilidad para seguir manteniendo en este país sus centros de producción. Asimismo, la transición tiene que establecer objetivos ambiciosos a largo plazo y acciones a corto plazo, como aclarar la fiscalidad asociada al sector energético, que penaliza en muchos casos la factura eléctrica del consumidor.

¿Qué efecto tiene para el sector eólico la sobrecapacidad en la generación? ¿Qué visión se tiene desde los productores y desde la industria de componentes y equipos del sector eólico?

Hay que dimensionar la red para los puntos máximos de consumo, que se producirán en ciertos momentos del año. Por tanto, la sobrecapacidad es necesaria siempre que se quiera tener una calidad del servicio y sin apagones. Lo más importante es que las renovables son las energías que tienen que seguir aumentando en el mix para alcanzar los objetivos comprometidos. Y es el Gobierno el que decide el mix, Además, si se electrifica la demanda de determinados sectores, como el transporte y calefacción, aún con las necesarias medidas de eficiencia energética, se necesitarán más MW verdes para cumplir los objetivos a 2050. La senda está clara y la sobrecapacidad es una realidad que debe seguir existiendo en su justa medida.

El sistema retributivo establecido entre 2013 y 2014 fija dos cuestiones muy discutidas desde la patronal: el límite establecido a la hora de compensar retributivamente que el precio real del mercado haya sido inferior al previsto por el Gobierno, lo que impide alcanzar ahora la rentabilidad razonable, y en segundo lugar, que la propia rentabilidad razonable se revise al final del período regulatorio, cada 6 años. ¿Qué les dice el Ministerio al respecto y creen que podrán conseguir alguno de sus propósitos en este sentido?

No tenemos información ni ningún tipo de directriz por parte del Gobierno de cómo va a proceder a este respecto. Son temas preocupantes. Las revisiones deberían garantizar que se percibe la rentabilidad razonable y, con las previsiones establecidas de precio del mercado, no se está percibiendo lo que corresponde para alcanzar la rentabilidad razonable, por lo que estos límites deberían de reestudiarse o eliminarse para proporcionar al inversor la rentabilidad que la ley garantiza. En definitiva, el marco retributivo genera inseguridad; hay una serie de aspectos que no están fijados y a futuro genera incertidumbre.

Si las empresas no obtienen los ingresos que establece la propia ley, ¿no hay alguna forma de recurrir esta cuestión ante los tribunales de Justicia?

La rentabilidad razonable se garantiza al final del período regulatorio de 20 años. A día de hoy lo que se ve es que la senda que creemos que debemos tener no se está cumpliendo. Confiamos en que al final del período regulatorio se establezcan los mecanismos para garantizar la rentabilidad razonable a los inversores. Estamos a mitad de camino aún en muchos casos y, a partir de 2019, se verá para los primeros parques eólicos.

¿Cómo valora la irrupción de nuevos operadores eólicos, así como la toma de posiciones de los operadores en las subastas? ¿Cuales consideran que serán las líneas de evolución del sector a nivel corporativo y estratégico?

La entrada de nuevos operadores en la operación de parques eólicos se lleva viviendo desde el año 2010. Hay un informe de la OCDE de que en el año 2010 en Europa el 62% de los parques eólicos estaba en manos de las eléctricas, y el 6% de fondos; ahora ambos están entre el 30% y el 40%. Hay una incursión importante de este tipo de actores que nos parece bien siempre y cuando los proyectos se lleven a cabo

Hay que tener en cuenta el entorno en el que nos movemos: la tecnología se ha desarrollado mucho; los costes de fabricación son menores; hay una importante liquidez en el mercado y una serie de actores que se pueden financiar con muy buenas condiciones. Todo esto genera que haya mucho apetito por invertir en España en renovables y que hayan entrado este tipo de actores. Celebramos que haya mucha inversión pero lo que necesitamos es que los parques se pongan en funcionamiento. Y no dudamos que va a ser así, pero se comprobará cuando se cumplan los objetivos en 2019.