Repsol mueve por mar 1,2 millones de barriles de productos petrolíferos todos los días por todo el mundo

Redacción / Agencias.– Repsol, que no tiene flota propia, fleta anualmente decenas de buques con los que realiza más de 1.500 transportes marítimos de crudo y otros productos por todo el mundo, con los que mueve a diario 1,2 millones de barriles de productos petrolíferos. Para Repsol, la seguridad en el transporte marítimo es una prioridad, y por ello, cuenta con un departamento de Vetting, que analiza y evalúa cada barco para determinar si reúne las condiciones necesarias para contratarse.

Cualquier barco que transporte carga para la compañía, sea contratado o atraque en uno de sus muelles, tiene primero que ser aceptado por sus inspectores, indicó. Su departamento técnico encargado de la seguridad y prevención de la contaminación, actividad conocida como Vetting, «tiene unos requerimientos que, en algunos aspectos, son más exigentes que las normas locales, nacionales o internacionales». Entre estos requisitos destaca la exigencia de que todos los buques que transportan crudo o productos pesados sean de doble casco, “con independencia de su tamaño y del país donde naveguen”.

Repsol creó su departamento de Vetting en 1993, y sus inspectores, equipo formado por capitanes y jefes de máquinas de la Marina Mercante, realizan una evaluación de múltiples aspectos técnicos y de gestión para concluir si es aceptable para contratarse. Factores como su historial de seguridad, la experiencia y capacitación de los tripulantes, la edad del buque y su mantenimiento o el sistema de gestión de la seguridad son determinantes para dar el visto bueno.

La compañía ha explicado que la seguridad «es una prioridad absoluta para Repsol», y por ello ha establecido «unos procesos para identificar los riesgos de las distintas operaciones del transporte marítimo y unos criterios de seguridad preventivos». El objetivo es asegurar que «hacemos todo lo que está en nuestro poder para que el embarque y el transporte de hidrocarburos o de cualquier otra carga se haga de forma segura», ha indicado la gerente de Vetting de la compañía, Idoia Ibáñez. La supervisión no solo afecta a los grandes buques petroleros, gaseros y de transporte de productos químicos, sino a cualquier embarcación, de todo tipo y tamaño, desde remolcadores o buques de suministro a embarcaciones fluviales.

El proceso para analizar la buena gestión y estado de los buques incluye la posibilidad de que un inspector de Repsol suba a bordo y revise a fondo el barco y su documentación. Asimismo, Repsol indicó que su departamento de Vetting solo acepta buques con una póliza de Protección e Indemnización para cubrir las responsabilidades frente a terceros en diversos supuestos, como por ejemplo, un naufragio.  La póliza tiene que contratarse con una sociedad del Grupo Internacional de P&I, que aglutina a las principales aseguradoras del mundo, que responden de manera solidaria a posibles indemnizaciones.

La vigencia de la aceptación también varía según la edad del barco. Si la nave tiene menos de un lustro, es válida durante 18 meses, pero si hace más de 15 años que fue construido debe ser evaluado a los 6 meses. Cualquier incidente, como la detención del barco por alguna autoridad portuaria o variaciones en su gestión que impliquen cambios del operador técnico, la tripulación o la bandera con la que navega, puede provocar la revocación inmediata del permiso.

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