Nadal asegura que la luz se mantiene en precios «razonables» mientras Bogas (Endesa) cree que la sequía no provocará subidas

Europa Press.- Mientras el consejero delegado de Endesa, José Bogas, augura que los precios de la luz no sufrirán subidas por la sequía y la falta de viento como las que se registraron en enero ya que considera que eso «fue una situación global», el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, ha afirmado que el precio de la electricidad se mantiene en unos niveles «razonables», a pesar de que estamos viviendo un mes de junio récord en demanda energética.

Mayor demanda eléctrica en junio

«Estamos en unos precios razonables para las circunstancias», indicó Nadal. Así, el ministro de Energía señaló que las altas temperaturas y el inicio de un verano «seco» han llevado a registrar el mes de junio con «el mayor consumo de nuestra historia». En concreto, la punta de demanda eléctrica está superando los 39.000 megavatios (MW), mientras que hace un año oscilaba entre los 32.000 y 34.000 MW, según datos de Red Eléctrica de España (REE).

Nadal señaló que el precio de la electricidad está en unos niveles medios de 50 euros, que «no tienen nada que ver» con los picos de 80 ó 90 euros que se vieron en el invierno. No obstante, subrayó que se sitúa por encima de los que marcaba en 2016 por estas fechas, que eran de unos 30 euros, en «un año excepcional de meteorología».

«Fue la tormenta perfecta en el sentido positivo. Todos los elementos que ayudan a que baje el precio de la luz este año no los tenemos tanto, pero vemos una situación parecida a la de hace dos años», explicó. De esta manera, aseguró que la situación es de «estabilidad» de los precios de la electricidad en un momento «difícil» de alta demanda y reducción de la oferta a través de energía renovable y agua. «Sin embargo, no se están alterando las condiciones de mercado», añadió.

La sequía no provocará subidas

Por su parte, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha asegurado que subidas del precio de la luz como las que se registraron el pasado mes de enero obedecieron a “una situación global», mientras que lo de ahora «es más local». Según explicó Bogas, en una situación global el gran problema fue la «tremenda demanda de gas» que había en la Unión Europea, lo que generó «una serie de condiciones extremas agravadas por la globalización», unos argumentos que no responden a los mismos que provocan que este año tenga «especialmente poca agua y viento».

En su opinión, los precios debería haber sido más bajos en abril y mayo, que se han visto alterados por la menor producción hidráulica, pero cree que no subirán de nuevo. «Estamos en un nivel de precios que debería ser más bajo, pero que esos precios se disparen y lleguen a los de enero no puede ser así, tendría que haber una circunstancia adicional para que eso ocurriera», ha explicado.

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