Marruecos inaugura la primera fase del mayor complejo termosolar del mundo, construido por un consorcio español

Redacción / Agencias.- El rey Mohamed VI inauguró la planta termosolar Noor I en Uarzazate (al sur de Marrakech), primera fase del que aspira a ser el mayor proyecto de esta energía renovable del mundo y que ha construido un consorcio de empresas españolas con capital saudí. En el acto, estuvieron presentes los ministros de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, José Manuel García-Margallo, y de Ecología de Francia, Segoléne Royal.

El rey Mohamed VI apretó un botón para lanzar así el primer kilovatio de energía solar en el circuito eléctrico nacional en medio de los aplausos de los ciudadanos que acudieron a Uarzazate, uno de los lugares más soleados de un país que tiene una media de 3.000 horas de sol anual. «Noor I pasa a ser la central solar monoturbina más grande del mundo, extendida sobre una superficie de 480 hectareas», dijo el director de la Agencia marroquí de la energía solar (MASEN), Mustafa Bakuri, que destacó que la construcción de esta primera planta contó con una tasa de integración industrial del 30% para las compañías marroquíes, mientras que las funciones más especializadas fueron aportadas por los ingenieros españoles.

García-Margallo destacó que esta visita es «extraordinariamente importante desde el punto de vista de la Marca España porque es la exposición de las excelencias de las empresas españolas en tres áreas importantes: ingeniería, construcción y tecnología«. La planta Noor 1, con una capacidad de 160 megavatios termosolares, suministrara energía a 135.000 hogares y evitara la emisión de 140.000 toneladas de CO2 a la atmósfera cada año. Es la primera fase del mayor complejo solar del mundo, que contará con 510 megavatios de potencia. Esta primera fase la construyó el consorcio formado por las compañías españolas Acciona, Sener, TSK y Aries, que obtuvieron la adjudicación del contrato por un importe de unos 775 millones de euros del grupo saudí ACWA Power.

De hecho, al menos 500 técnicos españoles contribuyen en esta primera fase termosolar construida según la técnica CSP (energía solar concentrada, en sus siglas inglesas), que consiste en unos espejos cilindro-parabólicos capaces de almacenar el calor tres horas y seguir produciendo energía. El director general de la Oficina Nacional de Electricidad y de Agua Potable (ONEE), Ali Fasi Fihri, dijo por su parte que esta técnica, que requiere consumo de agua, solo consumirá el 1% de las reservas de la presa Mansur Dahbi, vital para toda la región de Uarzazate.

La inauguración coincide con los preparativos por parte de Marruecos para celebrar la cumbre del cambio climático (COP22) que tendrá lugar en Marrakech el próximo mes de noviembre. La ceremonia también sirvió para inaugurar los trabajos de construcción de las dos fases siguientes de Noor (II y III), que tendrán una potencia de 200 y 150 megavatios, respectivamente, y también funcionarán según el modelo termosolar; la cuarta planta, de 70 megavatios, será fotovoltaica. Estas obras las ganó en enero de 2015 un consorcio formado por la saudí ACWA Power y Sener, con un proyecto valorado en 1.800 millones de euros. El 73% de los proyectos de energía solar termoeléctrica del mundo los realizan empresas españolas.

Marruecos tiene un ambicioso plan de renovables con el que aspira a proveerse en un 52% del total de su consumo en energías limpias en el horizonte de 2030. Para alcanzar este objetivo, el país magrebí deberá desarrollar entre 2016 y 2030 una capacidad adicional de 10.100 megavatios generados a partir de renovables y repartidos en 4.560 megavatios de energía solar, 4.200 megavatios de eólica y 1.330 megavatios hidroeléctricos. El plan busca así reducir la extrema dependencia energética del país, actualmente cercana al 94% del total al ser Marruecos un importador absoluto de productos petroleros.

De hecho, Margallo destacó la apuesta decisiva de Marruecos por las renovables e informó de que próximamente se celebrará en España un foro sobre el Mediterráneo, en el marco de la apuesta de conseguir «un mundo más limpio». En esta reunión, detalló García-Margallo, se retomará la «vieja iniciativa de conexión de los dos continentes a través del estrecho de Gibraltar». En poco tiempo España, continuó, a través de esta obra y de las conexiones eléctricas con Marruecos, de los gasoductos con Argelia y de las estaciones de regasificación, «se puede convertir en plataforma de exportación de energía cuando tradicionalmente hemos sido un país extraordinariamente dependiente».

España ocupa una posición de liderazgo en el sector renovable, que le lleva a ser el segundo país de Europa en energía eólica y el cuarto mundial. Estas mismas fuentes aseguraron que proyectos como el que se ha puesto en marcha en Marruecos sirven para deshacer los tópicos relacionados con España como consecuencia de la crisis y para potenciar los activos de los que dispone el país. La construcción de la planta también supone una pequeña revolución en Uarzazate, una pequeña ciudad entre el Gran Atlas y el Anti Atlas, al atraer a centenares de técnicos internacionales, sobre todo españoles, que ha animado incluso a compañías aéreas a abrir líneas regulares entre Madrid y esta localidad mientras dura el proyecto.

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