Marín Quemada (CNMC) dice que se puede estar en «los umbrales de una burbuja de gas natural barato»

Redacción / Agencias.- Por su parte, el presidente de Enagás, Antonio Llardén, señaló que «no parece» que en los próximos 30 años vaya a haber un problema de oferta energética ante la oferta «cuasi ilimitada» que hay actualmente de hidrocarburos, mientras no ve una «clara» convergencia de precios a medio plazo.

El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, aseguró que en el actual contexto de desplome de los precios «podríamos estar» en los «umbrales de una burbuja de gas barato para los próximos años». En la clausura de la reunión anual 2015 de Sedigas, Marín Quemada afirmó que está burbuja que señalan algunos expertos representa «buenas noticias» para países como España que son «fundamentalmente importadores«.

Asimismo, Marín Quemada señaló que el futuro mercado mayorista de gas ibérico empezará a funcionar «con una liquidez necesariamente limitada«, algo normal en mercados de estas características. No obstante, consideró que el mercado tendrá que evolucionar y ganar peso. Los contratos bilaterales a largo plazo «seguirán teniendo un papel central» al principio, pero el mercado «necesariamente tendrá que evolucionar», lo que le hará ganar liquidez y atraer nuevos suministros «más competitivos«. De hecho, indicó que, si bien inicialmente el mercado solo operará a corto plazo, posteriormente lo hará a largo plazo y mediante futuros. «Eso es lo fundamental en un mercado como el nuestro tan expuesto a factores externos», dijo.

Para ello será necesario el desarrollo de las interconexiones gasistas en una unión energética para que «la energía fluya entre fronteras, basado en la competencia». Quemada, que destacó el papel de las interconexiones gasistas en el objetivo de la unión energética en Europa, apuntó que España está «bien situada» para participar «activamente» en la estrategia europea en materia de seguridad de suministro. «España, sus instituciones y sus empresas tienen una experiencia notable en GNL. Las plantas españolas tienen una situación privilegiada y estamos muy bien situados para participar en esa planificación europea», añadió al respecto.

Finalmente, Marín Quemada recalcó la implicación de la CNMC en la integración del mercado único europeo. «Somos reguladores conscientes de que queda todavía mucho, normalizando nuestra regulación que tiene que ser proporcional y ajustada. Con la regulación, la mínima imprescindible para dejar funcionar al mundo de los negocios, siempre salvaguardando los intereses de los consumidores«, destacó el presidente del regulador.

Sin problemas de oferta energética

El presidente de Enagás, Antonio Llardén, indicó que «no parece» que en los próximos 20 o 30 años vaya a haber un problema de oferta energética y que no ve una «clara» convergencia de precios en el medio plazo. Llardén considera que se ha producido un «cambio en el paradigma en los mercados energéticos», tras una «época de cierta estabilidad», debido a la bajada de los precios del petróleo, entre otros factores. Estas circunstancias dan lugar a un «escenario diferente» en el que hay «sobreabundancia de materia prima», según Llardén.

El cambio de paradigma en el mercado de hidrocarburos es una oportunidad para el sector gasista, según Llardén, ya que «es inevitable una transición energética en el mundo y el gas natural tiene un papel fundamental como backup y como combustible mucho menos contaminante». Sin embargo, Llardén señaló que esta transición se ha hecho «muy rápido» en algunos países y se han olvidado «algunas cosas elementales». «Si de verdad queremos luchar con el cambio climático o somos capaces de encontrar algún mecanismo de precio global para el CO2 o todo el esfuerzo será baldío», apuntó.

El volumen de consumo de gas en los últimos años se encuentra en Asia, por lo que el futuro se encuentra en ese continente, liderado por «dos locomotoras: China e India», según indicó Llardén. En su opinión, el consumo de gas en Europa «no parece que se vaya a incrementar excesivamente». Según explicó Llardén, «es cierto que la Unión Europea ha retomado con mucha fuerza la idea de un mercado interior de la energía, especialmente en el terreno gasista», pero es necesario «tener unos costes competitivos» y «unas autopistas que permitan un intercambio y un movimiento real del gas», para evitar que la Unión Europea se quede «atrasada respecto al desarrollo del resto del mundo«.

Llardén recordó que las tres cuartas partes del gas que consume Europa proceden del Rusia y Noruega, por lo que este continente tiene una «enorme dependencia» de dos orígenes de producción. «Hay que convivir con ello», dijo Llardén, pero también «dotarse de mecanismos razonables» para complementar esas fuentes de suministro, como el oleoducto TransAdriático, que permitirá importar gas de Azerbaiyán y también de Rusia «si se llega a acuerdos razonables».

En este contexto, España puede «jugar un rol un poco mejor» en el mercado del gas, según apuntó Llardén, que se ha mostrado «optimista» respecto al futuro de este mercado. En España se ha pasado «la página de la incertidumbre regulatoria» y «por primera vez» existe «un marco estable para cinco o seis años», por lo que «sería muy bueno» aprovechar este tiempo para «colaborar en esta globalización del mercado».

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