Las organizaciones ecologistas creen que Soria fue «un elefante en una cacharrería» contra las renovables al apostar por las fósiles

Redacción / Agencias.- Las organizaciones ambientales valoran positivamente la renuncia del ministro de Industria, Energía y Turismo en funciones, José Manuel Soria, a quien consideran que ha sido como «un elefante en una cacharrería» en materia energética, pues le culpan del «desmantelamiento» del sector de las energías renovables, con miles de empleos perdidos, y su apuesta por las fósiles, con las prospecciones y el fracking, y por los intereses de las empresas eléctricas.

Así, el coordinador de campañas de Amigos de la Tierra, Alejandro González, indicó que la ONG condena todo tipo de fraude fiscal, pero además, en este caso, considera que «el trabajo que ha hecho Soria en estos cuatro años ya le hacía susceptible de dimitir hace mucho tiempo». Igualmente, recordó que el ya exministro ha ido en contra del medio ambiente por su protección del petróleo, el decreto de autoconsumo, la retirada de ayudas a las renovables y las subvenciones al carbón. «Nos alegramos», sentenció.

En el mismo sentido, el diputado de Podemos (Equo), Juan López de Uralde, señaló que su «desastrosa» política fue determinante para «el hundimiento» del sector de las renovables. Su apuesta han sido «las energías sucias: las prospecciones petrolíferas y su posición favorable a la energía nuclear, en concreto la central de Garoña, la única razón por la que este dossier sigue vivo. Su salida puede ser una salida para Garoña». «Con Soria ha pasado como con Al Capone, tendría que haber dimitido por su política energética y, sin embargo, ha sido por evasión fiscal», señaló Uralde, que considera que su impuesto al sol ha bloqueado el autoconsumo eléctrico y, por tanto, el inicio hacia el cambio de modelo energético limpio.

El coordinador estatal de Ecologistas en Acción, Paco Segura, cree que su dimisión estaba «cantada» por las continuas contradicciones en que ha incurrido en sus explicaciones pero más allá, en su tarea como ministro le califica de «nefasto». En su opinión, José Manuel Soria ha sido el «ariete» contra las renovables, ya que generó una «inseguridad jurídica completa», con sus «continuos recortes a las subvenciones, arrasando con el sector», que «se ha venido abajo totalmente», más aún al final con el decreto contra el autoconsumo.

En cuanto a su papel respecto a la energía nuclear, Segura criticó que Soria haya parecido “más interesado en reabrir la central nuclear de Garoña que Iberdrola y Endesa». Del mismo modo, aseveró que no ha sabido gestionar un parque «sobredimensionado» de instalaciones térmicas, de carbón o de gas natural, que sobrepasan con mucho la demanda existente en España. «Lo han alentado tanto que se ha ido de las manos», lamentó, al tiempo que respecto al carbón, fue «dejando correr el asunto», cuando sabe que es un combustible a prohibir por las emisiones que produce y opina que tendría que haber sido «mucho más estricto». En definitiva, le califica de «nefasto en temas energéticos», con el «hachazo» a las renovables.

El peor ministro de Industria

Asimismo, el director ejecutivo de Greenpeace, Mario Rodríguez, dice que Soria es «el peor ministro de Industria que España ha tenido, con diferencia», por el «grado de retroceso» en sus materias, por su apuesta contra las renovables y a favor del petróleo, la nuclear y el fracking y los retrocesos en los procesos de control en Garoña y el almacén temporal centralizado (ATC). A su juicio, el mandato de Soria ha supuesto un retroceso «sin precedentes» y recordó el impuesto al Sol, la eliminación de las primas a las renovables que, en realidad, cree que estaba alimentado por «una apuesta descarada por los combustibles fósiles». Además, ha lamentado que colocó al Consejo de Seguridad Nuclear en «una situación muy compleja».

Rodríguez también criticó al ministro ya dimitido por subvencionar el carbón «hasta las últimas consecuencias», a pesar de ser una de las fuentes más contaminantes y haber aumentado los niveles los gases de efecto invernadero en España, frenado la lucha contra el cambio climático. En definitiva, desde Greenpeace consideran que Soria ha estado en el Ministerio de Industria, Energía y Turismo «como un elefante en una cacharrería» donde ha producido un «daño» que tardará mucho tiempo en repararse. Por ello, ha valorado su renuncia como «una buena noticia» que podía haber llegado antes, ya que se han producido «mil oportunidades anteriores» para que dimitiera y ha agregado que España no se puede permitir tener ministros con negocios en paraísos fiscales.

Mientras, la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, dio por «aceptada y bienvenida» la dimisión el ministro en funciones a quien culpa de haber provocado «un gran apagón en el desarrollo energético, ambiental y social». En concreto, considera que desde el punto de vista ambiental, sus reformas legislativas han supuesto un «claro retroceso» en el avance hacia un modelo energético bajo en emisiones y que ha puesto freno al reto de las energías renovables a pesar de ser el país del sol y el viento.

Desde el punto de vista económico, recordó que las políticas de Soria han significado que muchos inversores no vieran a España como un «país fiable», tras su freno al sector de las renovables, donde España era un «país de referencia» y ocupaba una «posición de liderazgo«, lo que ha provocado que siga manteniendo una «alta» dependencia de los combustibles fósiles. En su opinión, sus reformas han mermado las posibilidades de empleo verde que traería el desarrollo de las renovables y, también desde el punto de vista social, la elevada cifra de afectados en España por pobreza energética es «una realidad».

Por último, el secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo, considera que ha sido una etapa sobre todo marcada por el enfrentamiento, la falta de sintonía con las ONG ecologistas y por su apuesta «muy clara» por las prospecciones petrolíferas en Canarias y en el Mediterráneo. Para Del Olmo, Soria ha ejercido de bloqueo contra las energías renovables y limpias y hacia la democratización de la energía que necesita España. Por ello, pide al presidente en funciones, Mariano Rajoy, que el próximo ministro sea «mucho más dialogante» y capaz de afrontar el reto que tiene la sociedad en materia energética, de modo que, en primer lugar, pueda cumplir los retos del cambio climático y abogar por la transición energética.

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