La noticia del año

En todo caso, su puesta en operación es una noticia largamente trabajada y larvada desde distintos Ejecutivos y desde distintas Administraciones españolas, y que ha fructificado muchos años más tarde de su propia ignición. También es cierto que, en estos últimos años, fruto de la inercia del proyecto y del cambio en la coyuntura internacional para la Unión Europea con el conflicto energético con Rusia, y con un mayor interés de las autoridades europeas, las vacilaciones y presiones internas y externas al proyecto han perdido intensidad o capacidad de obstaculización.

De hecho, en el camino recorrido hasta ahora, han existido muchos mecanismos filibusteros para poner palos en las ruedas en esta importante infraestructura. Desde el punto de vista exterior, las anteriores administraciones francesas han sido remisas y aplicaron la formidable maquinaria burocrática gala a este propósito durante años, teniendo en cuenta la propia conformación casi monopolística del sector eléctrico francés.

De este lado de la frontera, también han existido fuertes resistencias a la construcción de la infraestructura, con movimientos anti MAT en el norte de Cataluña (que, por cierto, aún no han cesado) contrarios a la puesta en funcionamiento de la misma. Incluso, a nivel institucional español, se produjo un drenaje de fondos dirigidos a esta plataforma que fueron finalmente destinados a otros menesteres, fruto de las escasas convicciones en la conformación de un sector energético «abierto» en el sentido que se entiende en el ámbito del comercio exterior.

Lo cierto es que, en estos momentos en los que existe capacidad de generación disponible, esta infraestructura puede resultar beneficiosa, tanto para los consumidores españoles como para las empresas españolas. Y, por ello, sería razonable presentarla como una consecución global, como un proyecto colectivo, de Estado y europeo, más que incardinarla en la tragedia de consumo interno de la política partidista. Por lo menos, para no perder las referencias y comprender y considerar determinados elementos institucionales propios y su valor.

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