La Eurocámara pide recortar un 40% las emisiones de coches nuevos para 2030 respecto a los niveles registrados en 2021

Europa Press.- El Parlamento Europeo ha abogado por establecer un objetivo de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) de turismos nuevos del 20% en 2025 y del 40% para 2030, en comparación con los niveles que se registren en 2021.

El recorte aprobado en el Pleno es inferior al que reclamaba la Comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara, del 45%, pero 10 puntos superior a la propuesta lanzada por la Comisión Europea, que defiende una disminución del 30%. Asimismo, los fabricantes que superen los porcentajes establecidos deberán pagar una multa que la Unión Europea invertirá en formación para trabajadores afectados por la transición ecológica. Por otro lado, los fabricantes deberán garantizar que los vehículos menos contaminantes (los eléctricos y aquellos que emiten menos de 50 gramos de CO2), representen un 20% de los coches y furgonetas nuevos en 2025 y un 35% en 2030.

La Eurocámara ha instado al Ejecutivo comunitario a proponer, en 2 años, un mecanismo para medir las emisiones de CO2 en condiciones reales de conducción mediante un dispositivo portátil similar al que se ha introducido recientemente para controlar los óxidos de nitrógeno (Nox). Del mismo modo, se ha reclamado a Bruselas una legislación que permita a los consumidores conocer con claridad las cifras de consumo de combustible y emisiones de CO2, así como otros gases contaminantes. En cualquier caso, se trata todavía de la posición del Parlamento Europeo de cara a las negociaciones que debe mantener con los Estados miembros.

«¡Victoria! Pese a las presiones del lobby automovilístico, el Parlamento Europeo ha decidido apostar claramente por la reducción de emisiones de los coches», destacó el eurodiputado de Equo, Florent Marcellesi. La eurodiputada del PP, Pilar Ayuso, sin embargo, era partidaria de que el objetivo de reducción de emisiones para 2030 fuese del 35%, en línea con la postura «ambiciosa y razonable» que defendía el Partido Popular Europeo (PPE) de cara a la votación. «Nuestro objetivo es lograr un equilibrio razonable entre los fines medioambientales, que compartimos, y el mantenimiento de la competitividad de la industria de automoción española», ha explicado.

La ONG Transport&Environment ha destacado que esta votación es «un paso crucial hacia un aire más limpio, menos petróleo importado y más empleos». No obstante, ha remarcado que el objetivo acordado todavía «se queda corto» con respecto al necesario para «evitar un calentamiento global catastrófico» y para cumplir con los compromisos de la Unión Europea en el Acuerdo de París.

Por contra, la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) ha expresado sus «graves preocupaciones» por el resultado del voto en la Eurocámara, en especial por los objetivos de reducción de emisiones «extremadamente agresivos» y la «imposición» de cuotas de ventas de vehículos con baterías eléctricas. «Corremos el riesgo de tener un impacto negativo en el empleo en toda la cadena de valor de la automoción», ha advertido el secretario general de ACEA, Erik Jonnaert.

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