La Comisión Europea aprueba el sistema de interrumpibilidad de Alemania y las ayudas a la cogeneración, aunque investigará su financiación

EFE.- Bruselas dio luz verde al mecanismo propuesto por Alemania para reducir puntualmente el consumo eléctrico de los grandes usuarios, especialmente empresas, cuando sea necesario para garantizar la estabilidad de la red y el suministro energético. La Comisión Europea también aprobó las ayudas públicas que Alemania concederá a ciertas centrales de cogeneración eléctrica pero abrió una investigación sobre las reducciones en la tasa destinada a financiar esta medida para determinar si constituyen ayudas de estado ilegales.

«El régimen alemán de ayuda a la cogeneración que hemos aprobado puede suponer una contribución importante a los objetivos energéticos y climáticos de la Unión Europea», señaló la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, que matizó que la Comisión «tendrá que examinar el impacto que tendrán sobre la competencia las reducciones concedidas a ciertos usuarios sobre las retenciones que se aplican para financiar este régimen».

Alemania aprobó este año una ley que prevé dar subsidios públicos a las centrales de cogeneración, que aprovechan la energía térmica para producir electricidad, plantas de alto rendimiento que acaben de construirse o modernizarse, salvo aquellas alimentadas con carbón o lignito. También se otorgarán ayudas públicas para la construcción de sistemas de almacenamiento y transporte urbano de frío y calor.

Tras investigar la normativa, la Comisión Europea concluyó que la medida es conforme a las normas europeas sobre ayudas de estado y que «permitirá mejorar la eficiencia energética, reducir las emisiones de CO2 y asegurar una mejor integración de la energía producida por cogeneración en el mercado de electricidad». El Ejecutivo comunitario señaló que los beneficiarios recibirán una prima fija conforme a los precios del mercado solo por un número limitado de horas de funcionamiento y nunca cuando la oferta supere la demanda, lo que fomentará que las centrales operen cuando aumenten las necesidades energéticas.

Además, la Comisión Europea cree que las posibles distorsiones de la competencia que puedan derivar de estas ayudas serán limitadas porque una parte de los subsidios se otorgará mediante un concurso público al que podrán concurrir solo las centrales de nueva creación y menor capacidad, de 1 a 50 megavatios, con el fin de permitir su entrada en el mercado.

Bruselas decidió, sin embargo, abrir una investigación en profundidad sobre la «tasa de cogeneración» que pagan los usuarios según la electricidad consumida (0,445 euros por kw/h) y que reciben los operadores de la red eléctrica como un complemento a los beneficios que ya obtienen por dar acceso a la red. Así, la Comisión Europea estudiará las reducciones que se prevén para las industrias o consumidores electrointensivos para ver si constituyen una ayuda de estado ilegal, ya que disminuyen la carga que soportan estos consumidores. Bruselas examinará si estas rebajas son proporcionales y necesarias para asegurar el apoyo a la cogeneración.

Aprobada también la interrumpibilidad alemana

Tras estudiar el esquema de capacidad propuesto por Berlín, el Ejecutivo comunitario concluyó que es compatible con las normas de ayudas de estado europeas. La medida alemana prevé que los operadores puedan firmar contratos semanales con los grandes consumidores energéticos que les permitan reducirles el suministro eléctrico hasta en 1.500 megawatios a distancia y en un breve lapso de tiempo cuando sea necesario rebajar la demanda para estabilizar la red. A cambio, los operadores tendrán que pagar al consumidor una cuota que se fijará en subastas a las que podrán acudir los usuarios que consumen más de 10 megawatios (empresas grandes y medianas): estos pueden ofrecer a los operadores una cierta capacidad de interrupción a cambio de una determinada cuota.

La Comisión Europea cree que este sistema mejorará la capacidad de reacción de los operadores cuando se produzcan desequilibrios entre la demanda y la oferta que pongan en riesgo la seguridad del suministro eléctrico permitiendo actuar sobre la demanda en lugar de elevar la producción energética. Bruselas coincide con Berlín en que el aumento de las renovables en el conjunto de la producción energética alemana requiere que haya mayor flexibilidad para controlar la red eléctrica. La Comisión Europea ya ha advertido de que estos «mecanismos de capacidad» pueden provocar un aumento del precio para los consumidores si están mal concebidos.

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