La CNMV advierte a Abengoa que el split que abordará en junta extraordinaria de accionistas podría ser manipulación de mercado

Europa Press.- La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha advertido a Abengoa que si prospera el split (desdoblamiento de acciones) que planteará en su junta general extraordinaria de accionistas, convocada el próximo 2 de octubre para abordar la propuesta realizada por algunos accionistas minoritarios como la familia Benjumea, estudiará si esta medida «pudiese constituir un supuesto de manipulación de mercado«.

En un carta remitida por el supervisor bursátil al presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo, y puesta a disposición de los accionistas mediante un hecho relevante, la CNMV señala que valorará la posibilidad de ejercer las competencias que la ley otorga para garantizar «la libre formación de precios y la integridad de la negociación, entre ellas la suspensión o exclusión de la negociación de los valores correspondientes, así como la impugnación de los pertinentes acuerdos societarios».

Abengoa ha convocado junta general extraordinaria de accionistas para abordar la propuesta realizada por Inversión Corporativa (IC), sociedad en la que se integran las participaciones de la familia Benjumea y de otras de las familias fundadoras de Abengoa, de aprobar un split de 10 títulos nuevos por cada uno antiguo ante el temor a una futura nueva dilución de su participación ante el cambio de mínimo de cotización realizado en julio por Bolsas y Mercados Españoles (BME), y que entrará en vigor el próximo 28 de septiembre. En concreto, esta norma implica la modificación del precio mínimo de cotización de los valores negociados en el mercado continuo a 0,001 euros, respecto del valor de 0,01 euros vigente hasta la fecha.

Según explica la CNMV, el organismo presidido por Sebastián Albella considera que la decisión anunciada por la Sociedad de Bolsas es «positiva y necesaria para promover la liquidez de los valores, asegurar su ordenada negociación, la correcta formación de sus precios y la protección de los inversores«. Asimismo, subraya que responde al nuevo marco normativo establecido por la directiva MIFID II y permite evitar la formación de precios «en niveles artificiales y la negociación desordenada».

Para la CNMV, esta propuesta de split para contrarrestar el efecto de la medida de BME supone iniciativas cuyo objetivo sería que el valor por acción se aproxime al límite mínimo de precio por acción, «lo que neutralizaría los efectos de la reforma» y podrían prolongar «la actual situación de negociación desordenada y la fijación de precios en niveles artificiales«. Por ello, si finalmente prosperara, el supervisor bursátil subraya que valorará «en su momento» si esta conducta «pudiese constituir un supuesto de manipulación de mercado».

IC y estos accionistas minoritarios, que actualmente representan el 3% del capital del grupo, temen que el cambio de mínimo de cotización, realizado recientemente por BME, provoque una dilución del 90% en las acciones del grupo, «con un grave perjuicio para los inversores«, según indicaron. Además, IC recuerda que la dilución de la acción del 90% se sumaría a la dilución del 95% ya sufrida en 2016 durante el proceso de restructuración, lo que «supondría en la práctica la desaparición total de las inversiones realizadas».

Asimismo, en el orden de la junta se incluye a petición de estos accionistas la propuesta de instar al consejo de administración a solicitar de forma urgente a BME la suspensión temporal de cotización de ambos tipos de acciones de la compañía hasta que pueda hacerse efectivo el split. En su petición, IC consideraba de «máxima importancia» poder discutir con el consejo de administración tratar estas medidas y sus consecuencias y advertía que, de no celebrarse la junta y si no se adoptaba una solución, el órgano rector de la compañía «sería responsable de la pérdida patrimonial que esta medida de BME pudiera ocasionar en el valor de la acción«.

El acuerdo de reestructuración de Abengoa, alcanzado en 2016 y que permitió a la compañía esquivar la amenaza del que hubiera sido el mayor concurso de acreedores de la historia de España, supuso una quita del 97%. Así, los entonces accionistas de la empresa mantuvieron un máximo del 5% de la Nueva Abengoa. Inversión Corporativa, que poseía más de un 50% del capital, vio reducida su participación a un 2,5%.

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