Galán asegura que Iberdrola está en países con seguridad jurídica adecuada y quiere una compañía «aún más grande y rentable»

EFE / Servimedia.- El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, expresó su intención de hacer de Iberdrola «una compañía aún más grande y rentable» y ha señalado que reforzará su compromiso con la creación de valor para accionistas, empleados, clientes y las sociedades donde desarrolla su actividad. En este sentido, considera que Iberdrola está instalada en los «países adecuados» desde el punto de vista de la seguridad jurídica y que el marco actual para su actividad en Estados Unidos es «predecible y estable».

Galán respondía así al abogado Francisco Javier Cremades, que se ha interesado por la seguridad de los países en los que invierte Iberdrola, después de que recientemente Gas Natural Fenosa haya visto cómo en Colombia se intervenía y liquidaba Electricaribe, sociedad de la que era propietaria en un 85%. Galán ha dicho, respecto a las inversiones en el exterior, que Iberdrola está en los «países adecuados», como Reino Unido, que «tiene una seguridad jurídica envidiable».

En el caso de Estados Unidos, donde Iberdrola opera a través de su filial Avangrid, cree que, pese a la llegada del republicano Donald Trump a la presidencia, más favorable a los combustibles fósiles que a las renovables, el marco en que se mueve la compañía es «predecible y estable», pues los proyectos que tiene en marcha y que se extienden hasta 2020 dependen de Gobiernos de diferentes Estados y no de la administración central.

«Aún más grande y rentable»

Con el objetivo de lograr «una compañía aún más grande y rentable», el presidente de Iberdrola señaló que el futuro «requerirá de más y mejor energía». Así, ha destacado que la «buena evolución» de Iberdrola, que el año pasado obtuvo un beneficio neto de 2.705 millones de euros, un 11,7% más, ha permitido ofrecer a sus accionistas una remuneración creciente, que ha situado la rentabilidad total para ellos en el periodo 2014-201 en el 55%. También se ha referido a la aportación que hace la empresa eléctrica a la sociedad a través de impuestos y ha indicado que en 2016 su contribución fiscal ascendió a 5.800 millones de euros, de los que 3.500 millones se ingresaron en las haciendas españolas.

Galán considera que 2016 es una «magnífica base» para que la compañía prosiga con sus planes futuros de inversión, que se revisaron al alza para los próximos cuatro años hasta alcanzar los 25.000 millones de euros entre 2016-2020. Explicó que la necesidad de abastecer a una «fuerte y creciente demanda», en la que el consumo eléctrico global crecerá un 70% en los próximos 25 años, hará necesarias unas inversiones de cerca de 20 billones de dólares en todo el mundo.

Además, apuntó que «en ese modelo energético más sostenible y más electrificado, todas las tecnologías renovables serán necesarias, tanto en instalaciones de gran tamaño como en las menores y más distribuidas». Sin embargo, advirtió de que «la naturaleza intermitente de las energías renovables requerirá contar con una mayor capacidad de respaldo y almacenamiento, a las que poder recurrir cuando no produzcan lo suficiente«. En la misma línea, Galán añadió que «dada la mayor complejidad del sistema, serán necesarias más redes y más digitalizadas que integren las nuevas instalaciones de generación y almacenamiento, centralizadas o distribuidas, para poder garantizar el servicio«.

Además, ha recordado que ese aumento de la producción para atender a una mayor demanda, tiene que ir acompañada de una reducción drástica de las emisiones para combatir el cambio climático y cumplir con los compromisos internacionales, reforzados en los Acuerdos del Clima de París. En este sentido, ha dicho que, en España y Europa continental, Iberdrola es una de las compañías eléctricas con menores emisiones, casi un 70% inferiores a la media del sector, y ha recordado que casi dos tercios de la capacidad de generación de la compañía es renovable, por lo que «hemos sido reconocidos como ejemplo de que es perfectamente compatible obtener buenos resultados económicos y liderar, a la vez, la lucha contra el cambio climático».

Galán ha señalado que la empresa está acometiendo grandes inversiones en energía eólica y marina, como las de los parques que lleva a cabo en el mar Báltico, en el mar del Norte y en el Canal de la Mancha. Ha destacado la buena marcha del negocio en Estados Unidos, a través de su filial Avangrid, segundo productor eólico en ese país y cuya aportación a los beneficios del grupo aumentó un 53% en 2016, así como en México, donde está aprovechando la reforma energética en ese país y espera que antes de que acabe la actual década la producción allí supere a la que Iberdrola tiene actualmente en España.

También recordó la revisión de las perspectivas de la compañía a 2020, presentada en febrero, que prevé un incremento del beneficio de 3.500 millones, un 30% más que en 2016, cuando la compañía ganó 2.705 millones, crecimiento igual que el que tendrá la retribución al accionista con respecto a 2016 hasta alcanzar los 0,37-0,40 euros por acción. Por último, tuvo un reconocimiento para José Luis San Pedro, que deja el consejo de administración tras 46 años dedicados a la compañía y al que ha definido como su «gran colaborador» y «principal apoyo», así como a Santiago Martínez Lage, que también cesa, y ha dado la bienvenida al director de Negocio, Francisco Marínez Córcoles, nuevo consejero.

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