Falsos amigos, falsos enemigos

En el aprendizaje de una lengua se llama “falsos amigos” a aquellas construcciones lingüísticas o aquellas palabras de diferentes idiomas que son muy parecidas entre sí por su ortografía o pronunciación, pero con significados muy diferentes por lo que, como ocurre con los falsos amigos humanos, incordian, confunden y no aportan nada bueno. Por eso hay que tener cuidado con los falsos amigos, pues pueden acarrear graves equivocaciones. También hay que tener cuidado de los falsos enemigos, creados de manera artificial en contextos basados en la confrontación política e ideológica.

Por ello, quizá la única coartada que se está utilizando (además de la palabra dada, exhibida en un tono creciente de cierta arrogancia, ganado en los últimos tiempos en las declaraciones públicas, paralelo al marasmo parlamentario del partido de gobierno) es el de la “confrontación” interesada y deliberada entre energías renovables (limpias) y energía nuclear. Así figura en cada uno de los papeles, opúsculos y panfletos que salen de la factoría de Ferraz y sus derivaciones ideológicas como es la Fundación Ideas que preside Jesús Caldera. En este caso, aparecen dibujadas estas dos tecnologías (nuclear y renovables) como “enemigas”.

Tiene que venir la Administración Obama, con su racionalidad y todo un premio Nobel a la cabeza de la energía para apostar por un mix energético basado en renovables y nuclear, que no sólo no es incompatible y excluyente, sino todo lo contrario, es un mix complementario a los objetivos de una política nuclear no dependiente, barata y limpia. Y lo hace aplicando la siguiente lógica: si asumimos la lucha contra el cambio climático como principal problema medioambiental (así lo acreditan también las Naciones Unidas) y se tienen en cuenta las características de suministro y seguridad de las instalaciones renovables, junto con las consecuencias de la dependencia energética fósil, se llega a este perfil o a esta propuesta de tecnologías de generación. En todo caso, la del gobierno Obama, con tener autoridad y relevancia, no es la única posición en el mundo ecologista y medioambiental favorable a este modelo energético. Es más, esta opción sí que es una opción creciente y que va ganando posiciones intelectuales con claridad.

Lo que está claro es que aquí no ha llegado igual, porque lo primero está presidido por un cierto gregarismo hacia las posiciones derivadas de la jerarquía. Esta lógica no la adquieren ciertos responsables del Partido Socialista y de la operación antinuclear que les piden desde arriba. Quiere decirse que tanto las declaraciones de los responsables de política medioambiental del Partido Socialista, como los autores del estudio de marras, incluyendo algún miembro de Esquerra Republicana implicado en todo el proceso, uno de esos “claims” que intentan colocar es la sustitución de la energía nuclear por energías renovables en plan “estira y estiro”. Es decir, aquí y ahora, ya (y, en concreto, se dice de forma falaz que automáticamente esta sustitución se realizará con fuentes limpias, y que además ya son más baratas y mucho mejores, sobre todo electoralmente).

Por ello, la cuestión (que no el debate que, repetimos, no se ha realizado con todos sus ingredientes: dependencia, seguridad, medioambiente, residuos, precios…), se quiere situar de una forma intencionalmente maniquea y pendular, sobre todo porque desde el punto de vista del rédito electoral y de una lectura oblicua y torticera del segundo argumento, “la palabra dada”, podría ser uno de esos clavos ardiendo en los que justificar como sea la decisión ante los ciudadanos, sobre la base de la manipulación y la alteración de la realidad. Tanto es así, que ni siquiera los responsables de las asociaciones empresariales de los distintos sectores y tecnologías de energías renovables, con inteligencia, se han atrevido a salir en medio de la polémica.

Cómo incumplir el programa socialista cerrando Garoña

El hecho es que esto no será así, ni sería así. No se podrá sustituir Garoña por energías renovables, limpias y baratas en esa idílica construcción. No. Se sustituirá por gas, carbón y fuel. Tecnologías emisoras de carbono, con costes hoy mucho más elevados, por su vinculación a los combustibles fósiles. Y, se hará con una coartada medioambientalista y el apoyo de grupos radicales. Ya tenemos falsos amigos: las renovables y las tecnologías emisoras de carbono, que devengan la necesidad de adquisición de nuevos derechos de emisión a sufragar por nuestra economía.

En segundo lugar, el programa socialista apelaba al gradual cierre de las centrales nucleares una vez que se cumpliesen las siguientes premisas: finalización de su vida útil (en el caso de Garoña, el informe del CSN confirma que su vida útil es de al menos 10 años más), que existiesen alternativas limpias (en este caso, Garoña se sustituirá de facto por tecnologías emisoras de carbono), que estas tecnologías fuesen más baratas (otra cuestión falaz, dado que los precios de estas tecnologías son más caros al estar vinculados al petróleo). Por tanto, con la decisión de cierre de Garoña, se llegaría al absurdo de cómo conseguir incumplir realmente el contenido y filosofía del programa electoral socialista. Los programas electorales es lo que tienen.

Vivimos por ello, con una confusión que genera, finalmente la existencia de falsos amigos y de falsos enemigos: la supresión de la energía nuclear derivaría en España en un aumento de las emisiones y de uso de los combustibles fósiles, más dependencia energética, elevación de precios e indemnizaciones a cargo del contribuyente, de la tarifa eléctrica o de Enresa. Además de lo que quiere decir ser manirroto por cerrar algo que es útil, eficiente y seguro y que funciona bien. Alguien debe ser responsable y tendría que pagar este dispendio, este derroche para la sociedad.

Todo ello con la excusa, falaz políticamente y falsa económicamente, de que todo esto se hace favoreciendo el desarrollo de las energías renovables, opuesto intencionalmente a la energía nuclear. Burda, simplista, de comunicación política de primaria, que parte de supuestos hilarantes sobre la audiencia y la ciudadanía (por cierto, las encuestas empiezan a mostrar cambio de actitud social hacia lo nuclear y rechazo por el cierre de Garoña). Por ello, lo peor que te puede pasar es que tengas falsos amigos y que además se empeñen en cumplir la palabra dada, tal y como la interpretan ellos.

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