Endesa gana 1.411 millones de euros en 2016, un 30% más por el negocio liberalizado y el control de costes

Redacción / Agencias.- Endesa obtuvo el año pasado un beneficio neto de 1.411 millones de euros, un 30% más que los 1.086 millones de euros de 2015, impulsada por el buen comportamiento del negocio liberalizado y el control de costes, según comunicó la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El beneficio bruto de explotación (ebitda) creció un 13% y se elevó a 3.432 millones, mientras que los ingresos descendieron un 7%, hasta 18.979 millones.

Según la empresa, estos resultados superan los compromisos planteados en el plan estratégico 2016-2019, tanto en el beneficio neto como en el ebitda. El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha dicho que esta evolución positiva se debe a la buena gestión del negocio liberalizado, a la estabilidad del mercado regulado y a los planes de eficiencia de costes, señala la empresa. Para analizar la evolución del beneficio operativo hay que tener en cuenta que en 2016 se produjo la consolidación total de Enel Green Power España (EGPE), cuya contribución al ebitda alcanzó 75 millones desde el 27 de julio.

Además, en 2015 el ebitda incluyó un resultado positivo no recurrente de 184 millones por una operación de canje de certificados de emisión de CO2. Este efecto no se ha replicado en 2016, lo que se ha traducido en una reducción de los ingresos. En ambos ejercicios se han registrado provisiones de 226 millones (2016) y 380 millones (2015) para cubrir los costes de los planes de reducción de personal.

Si se aíslan estos efectos, el ebitda aumentó el año pasado un 10,8%, fundamentalmente por el comportamiento positivo del negocio liberalizado, que creció un 13% en términos comparables. Este incremento se debe a los menores costes de producción y a la disminución de los costes medios en la compra de electricidad por la caída de los precios en el mercado mayorista. Además, se ha producido una regularización del impuesto nuclear de Cataluña tras la sentencia del Tribunal Constitucional que lo declaró inconstitucional, con un impacto como consecuencia de 88 millones de euros. Si se descuentan todos estos efectos extraordinarios, el beneficio neto creció un 27%.

La deuda financiera neta aumentó tan sólo en 615 millones respecto al cierre del año anterior a pesar de la compra de EGPE y sus filiales por 1.207 millones y del pago de un dividendo con cargo al resultado de 2015 de 1.086 millones. El consejo de administración de Endesa decidió proponer a la junta de accionistas el pago de un dividendo de 1,333 euros brutos por acción (1.411 millones) con cargo a los resultados de 2016. Esta cifra supone un incremento del 30% respecto al pagado con cargo al ejercicio 2015. La compañía repartió en enero un dividendo a cuenta de 0,70 euros brutos por acción, cuyo pago supuso un desembolso de 741 millones.

Durante el ejercicio 2016, la demanda eléctrica peninsular mantuvo la tendencia de crecimiento iniciada en el año 2015, tras cuatro años consecutivos de descensos, y aumentó en un 0,6% respecto del 2015. La producción eléctrica peninsular en régimen ordinario de Endesa descendió un 7,7%, como consecuencia fundamentalmente de la elevada disponibilidad de energía eólica e hidráulica, indicó la empresa. Las tecnologías nuclear e hidroeléctrica (libres de emisiones de CO2) representaron el 59,1% del mix de generación peninsular de Endesa, frente a un 54,3% en el mismo periodo de 2015. Mientras, la producción de Endesa en los Territorios No Peninsulares (TNP) tuvo un aumento del 2,1%.

Respecto a la situación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), Endesa, que participa en ella a través de Nuclenor, recordó que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha establecido condiciones para la petición de autorización de renovación. En este sentido, indicó que «es necesaria la autorización del Ministerio de Energía antes de que el titular de la instalación tome una decisión». Asimismo, la compañía eléctrica se ha apuntado un impacto negativo de 38 millones de euros en sus cuentas del ejercicio 2016 para cubrir la parte que le corresponde de unas nuevas provisiones asumidas por Nuclenor.

En su informe anual de auditoría, Endesa explica que Nuclenor está analizando en su calidad de sociedad titular de la central las condiciones impuestas por el CSN para el eventual reinicio de la actividad de Garoña. Asimismo, Nuclenor ha ido provisionando en los últimos años distintos importes para hacer frente al sobrecoste asociado a la situación en la que se encuentra la central. Endesa explica que, si en 2015 se apuntó un impacto negativo de 58 millones para cubrir las provisiones de Nuclenor en proporción a su participación en esta sociedad, en 2016 el importe adicional ascendió a 38 millones.

Bogas señaló que la decisión de Nuclenor «se basará en los retornos que podría obtener con el precio del pool esperado y las inversiones requeridas por el CSN». Además, consideró que el informe del CSN es «muy positivo» porque, al margen de lo que se decida finalmente, muestra que «la vida de las nucleares puede ampliarse hasta los 60 años».

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