Durisima crítica de la Comisión Europea a la situación regulatoria y a las autoridades españolas del sector energético.

Reproducimos a continuación, de forma casi integra y literal, el texto del Informe, que da cuenta de las importantes diferencias y críticas que se formulan desde las autoridades europeas al comportamiento de las autoridades y marco regulatorio energético español. El texto tiene un tono muy directo, hasta ahora desconocido en las afirmaciones que se realizan sobre el sector y las autoridades españolas y repasa de manera minuciosa todos los aspectos destacables en el plano regulatorio y del mercado energético en España, desde las tarifas, la configuración del mercado, los Costes de Transición a la Competencia, el comportamiento de la CNE y el Ministerio de Industria, hasta la propia OPA de E.ON a Endesa, entre otros.

El informe recoge como “En España, las decisiones de política energética son determinadas por consideraciones estrictamente políticas más que por una política energética a largo plazo.”

Tarifas eléctricas

En materia de precios y tarifas indica que “La competencia y la formación de precios están afectados por las tarifas reguladas y por dos tipos de ayudas a los generadores incumbentes: el recientemente suprimido de recuperación de costes hundidos (llamados costes de transición a la competencia, CTC) y la garantía de potencia, pagada a los generadores como recompensa por su contribución a la seguridad de la actividad generadora.

Existe una opinión generalizada de que tales ayudas promueven el uso casi exclusivo casi exclusivo del ‘pool’ en detrimento de los contratos bilaterales, y distorsionan fuertemente la formación de precios.”

Reformas regulatorias
Sobre las reformas en marcha señala “España está reformando el marco regulatorio de su mercado mayorista de electricidad. Un ‘Libro Blanco’ sobre esta reforma fue hecho público en julio de 2005. Sin embargo parece que sus importantes recomendaciones sólo serán parcialmente acometidas. Parece que este proceso se ha retrasado considerablemente, en parte debido, al continuo proceso de reeestructuración que está experimentado el sector energético español. La primera reforma significativa fue la supresión de los CTC’s en junio de 2006.”

Configuración del mercado y competencia

Sobre el control y configuración de la estructura mercado recoge el Informe que “El mercado español está casi totalmente controlado por la generación incumbente y por las compañías distribuidoras que en 2005 suponen alrededor del 90% de la oferta. La única excepción es un incumbente español pero del sector del gas, Gas Natural que opera en el sector de generación eléctrica desde 2002, que está creciendo fuertemente hasta situarse en 2005 con cuotas de mercado del 7%.

Aparte de Gas Natural, parece casi imposible entrar en el mercado eléctrico español, a no ser que sea comprando un incumbente. La incumbente portuguesa EDP ha penetrado adquiriendo Hidrocantábrico (5,5% de la oferta) y Enel lo ha hecho adquiriendo el pequeño distribuidor Viesgo (1,5%). Ningún otro operador tiene una cuota de mercado por encima del 1%. Con la excepción de Gas Natural, los nuevos entrantes en su conjunto representan menos del 3% del mercado.”

La competencia está severamente restringida por el duopolio dominante de Endesa e Iberdrola, que contabilizan un 70% de la oferta. Esta posición de dominio permite conductas abusivas, algunas de las cuáles son investigadas por las autoridades españolas de competencia. La manipulación de precios es también posible especialmente en el ‘pool’; estos pecios, que son altamente volátiles, no reflejan en opinión mayoritaria los costes.

Esta estructura de mercado, excesivamente concentrada, sería fuertemente agravada por una fusión entre Endesa y Gas Natural, que además es un oferente dominante de gas natural. Sin embargo, la OPA de Gas Natural sobre Endesa fue aprobada por el gobierno español en febrero de 2006 en contra de la opinión del Tribunal de Defensa de la Competencia español.

El Informe habla de cómo esta estructura se acentúa por otros problemas del sector energético español “Estos rasgos están agravados por la falta de capacidad de generación. En un contexto de demanda creciente (con un aumento medio del 5% en los últimos años), la capacidad de generación de España está bajo presión.”

Tarifas por debajo de los costes

“Las tarifas reguladas están por debajo de los costes, lo que es especialmente peligroso porque impide correctas señales a la inversión.”, añade.

Continua afirmando que “sobre la liberalización y mercados a tarifa indica “En España, existe un ‘mercado a tarifa’ en paralelo al mercado normal: todos los clientes pueden optar entre ser suministrados por el mercado a tarifa y elegir a su suministrador en competencia. Las compañías incumbentes propietarias de las redes de distribución regionales tienen el derecho exclusivo de suministrar al los clientes que no quieren elegir a su comercializador. Las tarifas son determinadas por el Gobierno.”

“Las tarifas están por debajo del precio del mercado liberalizado y, por ello, los clientes permanecen en el ‘mercado regulado’.

La consecuencia es que, al final de 2005, el 80% de los clientes no domésticos y el 92% de los clientes domésticos estaban en el mercado a tarifa, en beneficio de los incumbentes. En 2005 y 2006, con diferencias de precios considerablemente crecientes, como consecuencia del aumento de precio de mercado, los clientes elegibles vuelven al mercado a tarifa.”

Déficit tarifario

En el Informe se hace una mención expresa al déficit tarifario “Además, las compañías incumbentes son compensadas financieramente por el Estado Español por el déficit causado por el bajo nivel de las tarifas.”

El Informe también trata de las condiciones de acceso al mercado y el enorme retraso en la transposición de las directivas energéticas “La actual regulación española impide a nuevos operadores acceder en igualdad de condiciones al mercado eléctrico español. El derecho exclusivo a suministrar en el mercado regulado está concedido de modo discriminatorio a las compañías incumbentes. Esta regulación sería incompatible con la directiva 2003/54 aún no aprobada por el Parlamento español. La Comisión ha recibido numerosas quejas formales iniciando procedimiento de infracción por las tarifas regulados y por el mecanismo de compensación.

Independencia de la CNE

En el plano de las instituciones y organos regulatorios españoles, el informe no ahorra críticas: “La independencia de la CNE respecto del Gobierno debe fortalecerse. El Presidente y los ocho miembros del Consejo de Administración son nombrados por el Gobierno mediante Real Decreto a propuesta del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Además el Presidente y los miembros del Consejo de Administración pueden ser reelegidos. Este marco legal no puede garantizar la independencia del Gobierno. Un exmiembro del Parlamento de la actual mayoría parlamentaria (por Maite Costa) fue nombrado presidente de la CNE en 2005.

Los poderes de la CNE para regular el mercado energético deben reforzarse. La CNE carece de las competencias clave que tienen los reguladores energéticos de la Unión Europea. La CNE emite informes al Ministerio pero la decisión es tomada por éste, pudiendo no tomar en consideración la posición de la CNE, incluso sin tener que justificar su propia decisión. El proceso de toma de decisiones del Ministerio es descrito por muchos operadores como totalmente ‘opaco’.”

Comportamientos opacos

Incide finalmente en el comportamiento de las autoridades españolas durante la OPA “Después de la OPA de E.ON sobre Endesa aprobada por la Comisión Europea el Gobierno español promulgó un decreto urgente que otorgó a la CNE competencias extraordinarias que impiden que E.ON adquiera Endesa. La concesión de estos poderes a la CNE, y su uso contra la entrada de E.ON en el mercado español, va en contra de la libertad de movimientos de capital y de las competencias exclusivas de la Comisión Europea sobre el control de concentraciones.”

Las conclusiones del informe no pueden ser más desalentadoras y acreditan que el gobierno español tiene un fuerte trabajo por delante “El mercado español tiene un largo camino que recorrer hasta ser completamente competitivo. La tardía transposición de las directivas, junto a unas tarifas inferiores a los costes están siendo perjudiciales para que nuevos operadores inviertan, aunque España es un mercado extremadamente atractivo dado el crecimiento de su demanda de energía.”

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