Bruselas investiga si el mercado de capacidad de Reino Unido cumple las normas europeas en materia de ayudas de Estado

Europa Press.- La Comisión Europea anunció la apertura de una investigación en profundidad para dilucidar si el mercado de capacidad de Reino Unido, que tiene el objetivo de garantizar seguridad en el suministro de electricidad, se ajusta a las reglas europeas en materia de ayudas de Estado.

Esta investigación se produce después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) anulase por un error de procedimiento una decisión anterior del Ejecutivo comunitario en el que autorizaba este esquema de ayudas. La Justicia europea consideró entonces que Bruselas debería haber realizado un análisis exhaustivo que reuniese información relativa a la participación de consumidores de energía que se ofrecen para reducir su consumo en momentos de desequilibrio en el suministro de electricidad. La Comisión Europea recurrió la sentencia, pero este hecho no supone la suspensión de los efectos del fallo, lo que significa que Bruselas tiene que evaluar de nuevo la compatibilidad del mercado británico de capacidad con las normas comunitarias.

Unidos a Europa hasta 2021

A esto se añade el hecho de que Londres ha comunicado al Ejecutivo comunitario que tienen la intención de mantener en funcionamiento dicho mercado de capacidad. En consecuencia, ha optado por abrir una investigación en profundidad que estará centrada en los elementos que no analizó en la anterior ocasión y sobre los que el TUE puso el acento en su sentencia. Las reglas europeas en materia de ayudas de Estado, al igual que toda la legislación comunitaria, continuarán aplicándose a Reino Unido mientras siga siendo parte del bloque comunitario y durante el periodo de transición, establecido desde el próximo 30 de marzo hasta que finalice 2021, siempre y cuando tenga lugar un Brexit con acuerdo.

Todos los países europeos tienen niveles de pobreza energética, con Bulgaria en peor situación y España en el puesto 12

Europa Press.- La mayoría de los Veintiocho Estados miembro de la Unión Europea tiene pobreza energética, con Bulgaria en el último puesto, mientras España está en la parte media-alta de la tabla y se sitúa en el puesto número 12. A la cabeza se sitúan Suecia, Finlandia y Dinamarca, según un estudio realizado por Open Exp que publica la Coalición Europea por el Derecho a la Energía.

El trabajo revela que la mayoría de los países de la Unión Europea tienen niveles «significativos» de pobreza energética y que son «incapaces» de calentar a sus ciudadanos durante el invierno. El escalafón de la pobreza energética da una prevalencia más elevada en el sur y en el este de Europa. Bulgaria es el país que peores resultados obtiene en 4 indicadores clave: hogares húmedos y con fugas, altos costes de energía para las familias, incapacidad para calentar los hogares durante el invierno e incapacidad para mantenerlos frescos en verano. Suecia y Finlandia figuran entre los países con mejores resultados.

De los Veintiocho, un total de 17 tienen niveles significativos de pobreza energética y el estudio advierte de que la proporción del presupuesto familiar que los hogares dedican a la energía está aumentando en Europa, especialmente para las familias de renta baja, para las que el gasto aumentó un 33% entre 2000 y 2014. Por otro lado, el estudio observa una «clara división» entre los países de Europa occidental y del norte por un lado, y los países de Europa del sur y del este.

Además, concluye que los niveles altos de pobreza energética dependen más de factores socioeconómicos que del clima ya que los países con un alto PIB per cápita y una normativa estricta en materia de construcción muestran niveles más bajos de pobreza energética. Al mismo tiempo, advierte de que hay una falta de acción política a la hora de abordar la pobreza energética y destaca que Grecia es el único Estado de la Unión Europea que contempla un objetivo de pobreza energética y alerta de que los planes nacionales de eficiencia energética «no lograrán alcanzar” el objetivo acordado de la Unión Europea del 32,5% para 2030.

«La Unión Europea debe tomar medidas urgentes para reducir las altas tasas de pobreza energética y abordar la creciente brecha energética en Europa. Cuando aumenta la renta de los hogares y se endurece la normativa, los niveles de pobreza energética descienden significativamente. La Unión Europea debe prohibir las desconexiones y garantizar la inversión en eficiencia energética para las viviendas destinadas a las familias con rentas más bajas», ha manifestado la coordinadora de Políticas en la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN), Sian Jones.

Por su parte, desde la Federación Europea de Sindicatos de los Servicios Públicos, Guillaume Durivaux ha destacado que el aumento de la pobreza energética pone en peligro el acceso a la energía para millones de europeos. «Los políticos deben proteger a los europeos y garantizar el derecho a la energía prohibiendo las desconexiones y una implicación directa de los ciudadanos en las políticas energéticas«, ha manifestado. Al mismo tiempo, la defensora de justicia climática de Amigos de la Tierra Europa, Clémence Hutin, denuncia que millones de ciudadanos de la Unión Europea pasan frío en sus hogares este invierno y «necesitan ayuda inmediata» a causa de un sistema energético «profundamente derrochador».

Finalmente, la analista senior de Open Exp y autora del estudio, Yamina Saheb, indicó que, para reducir la vulnerabilidad de las familias de renta baja frente a las fluctuaciones de los precios de la energía y el estancamiento de los salarios, los gobiernos deben garantizar que los edificios donde hay familias vulnerables tengan un balance energético positivo, esto es, que produzcan más energía de la que consumen para reducir a cero la factura energética de las familias de renta baja«.

Argelia subraya sus lazos comerciales con España destacando el papel que jugará el gas natural en la transición energética

Europa Press.- La embajadora de Argelia en España, Taous Feroukhi, ve aún oportunidades económicas con «potencial» entre España y Argelia, dos países que tienen un nivel de complementariedad «muy alto» en el sector energético, donde la embajadora destacó la cooperación de «confianza y mutuo beneficio» con socios como Naturgy, Cepsa o Repsol, destacando el acuerdo de renovación sellado para el suministro de gas argelino a España hasta 2030.

En un encuentro informativo organizado por Executive Forum España y Cepsa, Feroukhi indicó que existe un desequilibrio en la balanza comercial entre los dos países a favor de Argelia, debido principalmente a los hidrocarburos. Además, expresó su confianza en que el Norte de África pueda «convencer» a los inversores españoles para convertir la zona en un objetivo, frente a Sudamérica. «La región tiene ventajas para los inversores españoles, hay posibilidades. Falta también más contactos con toda la esfera financiera», señaló.

Asimismo, Feroukhi cree que el plan de renovables de Argelia también debe representar una oportunidad para la relación entre ambos países y destacó el plan de modernización de Sonatrach para el horizonte 2030. Por su parte, el vicepresidente y consejero delegado de Cepsa, Pedro Miró, valoró que Argelia es un país que cuenta con muchos «lazos», ya sean «históricos, geográficos o energéticos», con España y que, en un momento donde se habla cada vez más de transición energética, debe ser «clave» por el gas natural.

Bruselas invertirá 116 millones de euros en 12 proyectos europeos dedicados al medio ambiente y la acción climática

Europa Press.- La Comisión Europea anuncio la inversión de 116,1 millones de euros para financiar 12 proyectos enmarcados en el programa LIFE para el medio ambiente y la acción climática en Austria, Bulgaria, República Checa, Estonia, Finlandia, Grecia, Hungría, Italia, Portugal y Eslovenia. Los 12 proyectos tienen un presupuesto total de 215,5 millones de euros, por lo que el Ejecutivo comunitario financiará más del 50% de la inversión necesaria. La Comisión Europea espera que este montante genere 3.200 millones de euros en inversiones adicionales.

En cuanto a las acciones por el medio ambiente, Bruselas ha concedido 19,6 millones, a dos proyectos en Bulgaria y Hungría que buscan reducir la contaminación atmosférica en núcleos urbanos. Además, se destinarán 44,2 millones a la financiación de proyectos de conservación de la naturaleza en República Checa, Hungría, Portugal y Eslovenia y 19,9 millones a dos proyectos en Austria y Hungría. Con respecto a los proyectos dedicados a la acción climática, Bruselas financiará con 32,4 millones la adopción de medidas en Finlandia, Italia y Eslovenia para cumplir sus objetivos nacionales de reducción de emisiones y una estrategia de adaptación al cambio climático a nivel local y regional en Grecia.

El comisario de Medio Ambiente, Karmenu Vella, ha destacado que estas nuevas inversiones «ayudarán a aprovechar los recursos para responder a las preocupaciones de los ciudadanos sobre la calidad del aire«. El programa LIFE de la Unión Europea se puso en marcha en 1992 y desde entonces ha cofinanciado un total de 4.600 proyectos, de los que 1.100 están en marcha en la actualidad. El presupuesto actual del programa, para el periodo 2014-2020 es de 3.400 millones y Bruselas ha propuesto incrementarlo un 60% en el siguiente ciclo presupuestario (2021-2027).

BP prevé que las renovables sean la mayor fuente de energía eléctrica de todo el mundo en 20 años

Europa Press.- BP pronostica que las energías renovables se convertirán en el año 2040, bajo un escenario base, en la mayor fuente de generación eléctrica en todo el mundo, lo que supondrá la penetración más rápida de la historia de cualquier otro combustible. El informe anual de perspectivas de BP apunta a un doble desafío: la necesidad de producir más energía para respaldar el crecimiento mundial a la vez que existe la necesidad de impulsar una transición ecológica con menos emisiones de carbono.

No obstante, pese al crecimiento que se espera respecto de las energías limpias, el escenario base también prevé que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) sigan aumentando, lo que expone la necesidad de ejecutar un conjunto de acciones políticas «integrales» para lograr una reducción de las mismas. El rápido crecimiento de las economías en desarrollo, en especial China, India y el conjunto de Asia, supondrá que la demanda mundial de energía crezca un tercio más, de la cual un 75% procederá del sector industrial y la edificación, mientras que la aportación del transporte se reducirá «considerablemente» debido a la mayor eficiencia en los vehículos.

Transición rápida para cumplir París

Entre el resto de escenarios, destaca el que prevé una transición más rápida, en la que se incorporan todas las medidas políticas necesarias para reducir las emisiones en los sectores de la industria, la edificación, el transporte y la electricidad. Al hacerlo, se produciría una disminución de alrededor del 45% de las emisiones de carbono para el año 2040, algo que estaría en línea con los estudios que actualmente estiman alcanzar los compromisos adquiridos en el Acuerdo climático de París.

Las medidas para hacer esto posible pasan por la descarbonización casi completa del sector eléctrico, que requiere un mayor uso de las renovables y del gas natural, junto con una mayor electrificación de las actividades de consumo final, incluido el transporte. Para el resto de consumos, serían «cruciales» otras energías bajas en carbono, que incluirían el hidrógeno o la bioenergía.

España, a la cola de la Unión Europea en recaudación por impuestos ambientales, según el Instituto de Estudios Económicos

Europa Press.- España se mantiene a la cola de los 28 Estados miembro de la Unión Europea en recaudación por impuestos ambientales, solo por delante de Suecia, Alemania, Francia, Bélgica y Luxemburgo, según el Instituto de Estudios Económicos a partir del Environmental tax revenues de Eurostat. Así, durante el año 2017, los impuestos ambientales obtuvieron una recaudación media en la Unión Europea del 6,1% sobre el total de ingresos fiscales en la Unión Europea, algo por debajo del 6,3% correspondiente al año 2016.

Entre los impuestos medioambientales destacan, especialmente, los que recaen sobre la energía, cuya recaudación supone, en promedio, un 4,7% sobre el total de ingresos fiscales, junto con los impuestos sobre el transporte, que recaudan una media del 1,2%. Según el IEE, la Unión Europea está apostando por potenciar la contribución de los impuestos medioambientales al conjunto de ingresos fiscales, para lograr una mayor eficiencia en la utilización de los recursos.

Mayor fiscalidad: Letonia, Grecia, Eslovenia

En 2017, la recaudación de los impuestos medioambientales superó el 10% del total de ingresos fiscales en Letonia, Grecia y Eslovenia. A estos le siguen Croacia y Bulgaria, con un 9,1%, mientras que Estonia registró un 8,8%. En los Países Bajos la recaudación por impuestos medioambientales alcanzó un 8,6% sobre el total, en Dinamarca llegó al 8,1% y se situó en un 7,9% en Italia.

En cuanto a Irlanda y Portugal, los datos apuntan que están en torno al 7,5%, mientras que el Reino Unido y Finlandia se quedan cerca del 7%. Por debajo del promedio de la Unión Europea se sitúan la República Checa (5,9%) y Austria (5,7%). En España los impuestos medioambientales han recaudado un 5,4% del total de ingresos fiscales en 2017.

España, junto con Bélgica y Alemania, serán los países donde más crecerá el empleo para cumplir el Acuerdo de París

Europa Press. – El impacto de la transición hacia una economía baja en carbono sobre el empleo, a consecuencia de cumplir los objetivos marcados en el Acuerdo del Clima de París, será positivo para toda la Unión Europea, aunque los países más beneficiados en materia de empleo serán Bélgica, España y Alemania, en este orden, donde se superarán en un 0,9% las previsiones.

Según el estudio Future of manufactoring. Energy scenario: Employment, implications of the Paris Climate Agreement, de la Fundación Europea para la mejora de las condiciones de vida y del empleo (Eurofund), el impacto de la transición para una economía baja en carbono afectará al número de empleos debido a la actividad inversora que será necesaria para acometer tal transición, que se sumará al impacto que generará gastar menos dinero en la importación de combustibles fósiles.

Según el estudio, los impactos de acometer en el conjunto de la Unión Europea las reformas necesarias para reducir en 2030 un 35% las emisiones de CO2 se producirán en distintos sectores. Por ejemplo se perderán empleos en la industria de la extracción y procesado de combustibles fósiles, pero aumentará el número de empleos en la construcción y fabricación de equipamientos de energías renovables y de eficiencia energética, junto con las industrias de suministro asociadas.

El informe destaca que los impactos serán positivos en todos los países, pero con efectos de distinto rango. En el último extremo, Letonia muestra un impacto comparativo mayor a gran escala respecto a su PIB. En un escenario energético, el crecimiento del empleo será un 0,5% superior al previsto en la actualidad en 2030. En España, el potencial del empleo en los sectores de la construcción y de la energía solar será incluso un 0,9% superior al previsto para 2030.

Lo previsto por la Unión Europea en diciembre de 2018 era que en 2030 habrá un total de 243,24 millones de puestos de trabajo, de modo que este estudio calcula que serán unos 2,4 millones más de empleos en Europa para 2030. Por sectores, la construcción será el más beneficiado, junto con la inversión de la eficiencia energética. También, en general los sectores manufactureros que están directamente relacionados con la cadena de suministro de renovables y equipamientos de eficiencia energética.

Sin embargo, algunos de estos sectores intensivos en energía también estarán afectados por los impuestos altos al carbón, lo que les podría disminuir sus ganancias iniciales. Además, los beneficios del sector servicios también incrementarán, como consecuencia de formar parte de los procesos de instalación de energías renovables y equipos de eficiencia energética. El crecimiento fuerte se deberá al empleo en el sector de la construcción que aumentará particularmente en Estonia, Hungría, Letonia, Lituania y España.

En definitiva, el resultado para Europa que pronostica el informe es particularmente relevante para la política de empleo, finanzas e industrial. En primer lugar, el modelo considera que no habrá fricciones en el mercado laboral y destaca que cuanto más rápido se produzca el cambio más fácil será que sí se registren fricciones porque se dejará a gente desempleada al tiempo al mismo tiempo que se producirá una demanda de nuevos conocimientos que será insatisfecha.

Igualmente, el estudio aprecia que no hay barreras en la inversión para financiar esta necesaria transición ya que el conjunto de los países han asumido que ciertos sectores se dirigen a mantenerse mientras surge nuevas tecnologías. Por ejemplo, la industria de la automoción de coches y camiones convencionales se convertirán en industrias de vehículos eléctricos, igual que sus componentes asociados.

 

El consumo de energía aumentó un 1% en la Unión Europea en 2017 y se aleja del objetivo para 2020

Europa Press.- El consumo de energía aumentó en 2017 por tercer año consecutivo en el conjunto de la Unión Europea, donde tanto la energía primaria como la final se incrementaron en torno a un 1%, lo que supone un 5,3% por encima del compromiso de reducir un 20% su consumo energético en 2020, según datos de Eurostat.

A nivel doméstico, en España alcanzó 125,6 millones de toneladas equivalentes de consumo de energía primaria. Esto supone un aumento del 5,4% respecto a 2016. También aumentó en España el consumo de energía final, en un 2,3%. De acuerdo con los compromisos de eficiencia energética, el consumo de energía primaria debería no sobrepasar los 1.483 millones de toneladas equivalentes y el consumo de energía final no debería superar los 1.086 millones de toneladas para 2020. La Directiva de Eficiencia Energética establece que en 2030 el consumo de energía primaria no deberá superar las 1.273 millones de toneladas equivalentes y el consumo de energía final no deberá pasar de 956 millones de toneladas equivalentes, para aumentar un 32,5% la eficiencia energética.

En la actualidad, la energía primaria consumida en 2017 en la Unión Europea fue un 5,3% superior al objetivo de eficiencia energética para 2020. Desde 1990, el primer año desde que Eurostat recoge datos, el consumo ha caído un 0,4%. Sin embargo, durante los años, fluctúa enormemente. Por ejemplo, alcanzó su pico más alto en 2006, con 1.729 millones de toneladas equivalentes, lo que suponía un 16,6% por encima del compromiso para 2020. Por el otro lado, el récord más bajo de consumo de energía se produjo en 2014, cuando se consumieron 1.511 millones de toneladas equivalentes, es decir, el 1,9% por encima del objetivo.

En cuanto al consumo final de energía en 2017, los Veintiocho estuvieron un 3,3% por encima del objetivo de eficiencia energética en 2020. El pico de consumo de energía final tuvo lugar en el año 2006, con 1.195 millones de toneladas equivalentes, y entre 2006 y 2017 descendieron un 0,6%, hasta las 1.122 millones de toneladas. Los datos apuntan que el año con la cifra más baja se alcanzó en 2014, con 1.065 millones de toneladas, un 1,9% por debajo de 2020. Ahora bien, de 2014 a 2017 el consumo final de energía se incrementó otra vez y ha pasado a 1.088 millones de toneladas en 2015; 1.110 millones de toneladas en 2016 y 1.122 millones de toneladas en 2017.

Por países europeos, Estonia fue el que más redujo su consumo de energía primaria en 2017 (-5,4%), frente a Malta, que fue la que más creció. A Estonia le siguieron Reino Unido (-1,6%); Irlanda (-1,4%); Suecia (-1,6%); Finlandia (-1,2%); Países Bajos (-0,5%); Francia (-0,3%) y Bélgica (-0,3%). Por el contrario, el mayor incremento se ha producido en Malta (con +12,9%) y le siguen Rumanía (+5,8%); España (+5,4%) y Eslovaquia (+5,1%).

Finalmente, respecto al consumo de energía final, el mayor descenso se produjo en Bélgica y el mayor incremento en Eslovaquia. Durante 2017 el consumo final de energía cayó solamente en cuatro Estados miembro respecto a 2016. Se trata de Bélgica (-1,2%); Reino Unido (-0,8%); Italia (-0,6%) y Eslovenia (-0,3%). Por el contrario, los mayores incrementos se han contabilizado en Eslovaquia (+7%); Malta (+6,7%); y Polonia (+6,5%). Entre los 23 Estados europeos donde cayó el consumo final de energía entre 2006 y 2017, solo en Grecia el descenso anual fue superior al 2%, frente al incremento anual del consumo en Malta (+2,7%); Polonia (+1,4%); Lituania (0,7%); Austria (0,3%) y Hungría (+0,1%).

La Comisión Europea avala el control exclusivo del parque eólico alemán Veja Mate por parte de Siemens

Europa Press.- La Comisión Europea ha aprobado el control exclusivo por parte de Siemens Project Ventures del parque eólico alemán Veja Mate, situado en el Mar del Norte y con una capacidad de 402 megavatios (MW). Bruselas ha explicado que la operación no plantea problemas de competencia en el bloque comunitario porque Siemens ya controlaba, aunque de forma conjunta, el proyecto eólico antes de hacerse con todo su capital. Los servicios de Competencia del Ejecutivo comunitario han evaluado el caso a través del procedimiento simplificado.

AIE asegura que la demanda de carbón mundial se mantendrá estable hasta 2023

Europa Press. – La demanda mundial de carbón se mantendrá estable hasta 2023, con una contribución del 25% en ese horizonte, frente al 27% en 207, según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE)

Según se desprende del estudio ‘Coal 2018’, realizado por la AIE y presentado por el Club Español de la Energía (Enerclub), la demanda mundial de carbón ha aumentado por segundo año consecutivo en 2017, pero que se prevé que se estabilice durante los próximos cinco años.

Así, el senior Coal Analyst del organismo, Carlos Fernández, manifiesta que el informe destaca que su menor uso en Europa y América del Norte se contrarresta con un fuerte crecimiento en India y el Sudeste asiático.

A este respecto, el estudio apunta que  la demanda mundial de carbón creció un 1% en 2017, alcanzaron los 7.585 millones de toneladas, debido al aumento de la producción industrial y del consumo de electricidad.

Específicamente, la generación de electricidad proveniente del carbón aumentó en más de 250 teravatios hora (TWh), aproximadamente un 3%, y representó cerca del 40% de la generación de electricidad adicional en todo el mundo.

Según informa Enerclub, la participación del carbón en el ‘mix’ eléctrico global se mantiene en un 38% tras algunos años de caída, impulsado por China e India, países en los que se espera que la demanda de carbón vuelva a crecer en 2018.

En este sentido, Fernández manifiesta la importancia de factores como la aplicación de políticas climáticas y de calidad del aire, las campañas de desinversión del carbón, los anuncios de eliminación gradual, la mayor competitividad de las energías renovables o los abundantes suministros de gas natural, como puntos que incidirán sobre estos crecimientos.

 

Internacional

Carlos Fernández hizo hincapié en que la demanda de carbón crece en gran parte de Asia por su precio asequible y su disponibilidad, con India a la cabeza, aunque su tasa de crecimiento del 3,9% anual, se está reduciendo por el desarrollo de las energías renovables y el uso de tecnología más eficiente en las nuevas centrales eléctricas de carbón.

Según su consideración, China disminuirá gradualmente su demanda por el desarrollo de políticas más sostenibles, especialmente relacionadas con la calidad del aire.

Respecto a Europa, Fernández argumenta que las políticas medioambientales, unidas a la expansión de las renovables por su mayor competitividad (eólica y solar), provocarán la salida del carbón del ‘mix’ energético, sobre todo en Europa Occidental. En 2023, Francia y Suecia cerrarán sus últimas plantas de carbón y Alemania se mantendrá como único consumidor de relevancia.