La Unión Europea (UE) y la OPEP mostraron en Viena una muy cauta confianza mutua al aceptar, en principio, los diferentes puntos de vista y preocupaciones que tienen frente al mercado mundial de la energía.

La cúpula de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y los más altos representantes del sector de la energía de la UE se reunieron en Viena, en la cuarta reunión ministerial que celebran en el marco del diálogo energético iniciado hace dos años.

A pesar del acercamiento, tanto los representantes de Bruselas como los del club petrolero dicen que seguirán muy alertas y vigilantes de los acontecimientos en el sector, ante las muchas incertidumbres que se ciernen a corto, medio y largo plazo.

Así, la UE llegó a Viena con la preocupación de que se produzca una escasez de crudo y gasolina en el actual verano boreal y la expectativa de que la OPEP aumente su oferta, pero los productores insistieron en que no ven razón para bombear ahora más crudo.

«La UE expresó su preocupación de que el aumento de la demanda que se espera en esta temporada, unido a posibles interrupciones de suministros en los próximos meses, pueda provocar una estrechez en el mercado petrolero», se señala en la declaración de prensa conjunta emitida tras la cita.

El Comisario de Energía, Andris Piebalgs, precisó en rueda de prensa tras el encuentro -que se celebró a puerta cerrada- que uno de los puntos de preocupación es Nigeria, donde se teme un empeoramiento de la situación de violencia causante ya de la reducción de más del 20 por ciento de la producción del país. Se teme que la huelga indefinida convocada por los sindicatos nigerianos afecte a un volumen mayor de las exportaciones del primer productor africano de crudo, uno de los miembros de la OPEP.

No obstante, Piebalgs reconoció que en este momento hay un cómodo colchón de reserva, al tiempo que rehusó decir cuál sería para la UE el precio adecuado para el barril de crudo, que en el caso del Brent, la referencia en Europa, llegó a superar los 72 dólares, el valor más alto desde fines de agosto de 2006, aunque bajó más del tres por ciento desde entonces.

Lo más importante, tanto para Piebalgs como para la UE, es evitar o reducir la volatilidad, y en este contexto se anunció un estudio sobre el efecto de la especulación financiera en los precios del petróleo.

«La volatilidad es nuestro principal enemigo. En esto la visión de la OPEP es muy parecida a la nuestra», señaló Piebalgs en la rueda de prensa conjunta tras la reunión.

Por otro lado, la UE consideró infundadas la preocupación de los productores de que las políticas comunitarias para impulsar los biocombustibles y otras fuentes alternativas reduzcan la demanda de crudo prevista a largo plazo y hagan así fracasar los planes de la OPEP de obtener beneficios razonables de las billonarias inversiones que están efectuando en el sector del petróleo.

La declaración subraya «la importancia de una demanda futura segura para el crudo y los productos derivados» para los planes de inversión en el sector, decisivos a su vez para garantizar el abastecimiento a largo plazo.

Al mismo tiempo, se afirma que «el cambio climático es un factor decisivo de las políticas energéticas y medioambientales de la UE, íntimamente relacionadas entre sí», se señala en la declaración.

Tanto el ministro de Economía alemán, cuyo país preside la UE este semestre, Michael Glos, como Piebalgs, aseguraron que las medidas previstas no evitarán que las principales fuentes energéticas sigan siendo en las próximas décadas de origen fósil.

«Con respecto a los biocombustibles específicamente, se estudió su sustentabilidad, especialmente los numerosos impactos potenciales de su comercio a gran escala y su uso para fines energéticos» y la UE subrayó la necesidad de abordar esos problemas con una red de políticas apropiada.

La próxima reunión del «Diálogo Energético UE-OPEP» se celebrará en junio de 2008.

Al margen de ésta cita, El-Badri aseguró ante la prensa que la OPEP está a la espera del regreso de Ecuador a sus filas. «Hemos recibido una carta oficial del Ecuador y estamos actualmente en comunicación con ellos», dijo el secretario general, tras afirmar que Ecuador «es bienvenido en cualquier momento».

El Consejo de Ministros de la OPEP tiene previsto celebrar su próxima conferencia el 11 de septiembre en Viena.

El Parlamento Europeo pidió que Almadén (Ciudad Real) sea la primera opción a la hora de ubicar el futuro almacén europeo de mercurio metálico, material nocivo que la UE está retirando progresivamente del mercado.

La Eurocámara reclamó también adelantar de julio de 2011 a diciembre de 2010 la prohibición de exportar este metal.

El mercurio ha sido un componente habitual de sustancias químicas, pilas, termómetros o, incluso, empastes dentales, hasta que se ha constatado su potencial dañino sobre la salud y el medioambiente.

La UE ha emprendido por ello una estrategia para erradicar el uso industrial el material, cuya producción europea se concentra en Almadén, sede de la mayor mina del mundo desde los antiguos romanos hasta 2003, cuando la empresa MAYASA detuvo su actividad extractiva.

En este contexto, el pleno aprobó, por 668 votos a favor y sólo 18 en contra, un proyecto de reglamento que prohíbe la exportación de mercurio y prevé la instalación de un almacén para las reservas europeas.

La Eurocámara enmendó el texto original de la Comisión Europea para especificar que «de forma previa a cualquier otra alternativa», se estudiará la candidatura de Almadén para el «almacenamiento seguro». De esta forma, señaló, «se aprovecharía las infraestructuras, mano de obra y conocimientos técnicos existentes» en la comarca.

El texto precisa que la instalación acogería «las reservas existentes de mercurio metálico o del mercurio metálico secundario resultante de la industria europea, nunca de productos con mercurio que hayan pasado a ser residuos».

Ya en marzo de 2006, en una resolución que no tenía carácter vinculante, el PE apuntó la posibilidad de instalar en Almadén un almacén de residuos, al tiempo que pidió «medidas adecuadas de compensación» para paliar los efectos sociales del cierre de la mina.

Tanto el PSOE como el PP se mostraron satisfechos tras la votación.

En declaraciones, el socialista Miguel Ángel Martínez recordó que los términos finales del reglamento deben ser acordados entre el Parlamento y el Consejo de la UE (Estados miembros).

La posición fijada por la Eurocámara, explicó, constituye por tanto una «magnífica agarradera» para que el Gobierno español haga valer en el Consejo la candidatura de Almadén, ante la opción alternativa que defiende Alemania -unas minas de sal de la antigua RDA– y que a su juicio presenta desventajas evidentes. «Aparte del conocimiento y la familiaridad con el mercurio de Almadén y la escuela a minas. Está también el sentido común: el 80 por ciento del mercurio en Europa está ahora mismo en Almadén y el resto desperdigado por todas partes», explicó.

La decisión final sobre la ubicación del almacén, precisó Martínez, no quedará determinada en este reglamento sino que será decidida posteriormente por el Consejo, pero el hecho de que la norma se incline por Almadén sitúa la deja esta opción en «muy buena posición».

Por su parte, Pilar Ayuso (PP) destacó que «Almadén ha ganado las dos primeras batallas que llevamos defendiendo desde el Partido Popular desde hace dos años: que su candidatura sea examinada de forma prioritaria y que haya medidas de compensación específica para la comarca, única en Europa que produce esta sustancia».

En paralelo, el pleno apostó por adelantar de julio de 2011 al 1 de diciembre de 2010 la fecha prevista para la prohibición de exportar «mercurio, mineral de cinabrio y compuestos de mercurio con una concentración de superior al 5 por ciento».

Esta enmienda, que en el voto en la comisión parlamentaria de Medio Ambiente no contó con el respaldo del Partido Popular Europeo, fue aprobada por 406 votos a favor y 265 en contra.

La Comisión Europea afirma que trabaja en el nombramiento de un candidato a coordinador europeo del plan de enlace de alta tensión entre España y Francia, pero que esta designación no podrá llevarse a cabo hasta que haya un acuerdo de los Estados miembros interesados y se haya consultado al Parlamento.

Así lo explica el comisario europeo de Energía, Andrid Piebalgs, en una respuesta parlamentaria al eurodiputado de CiU Ignasi Guardans, que acusa a la Comisión de «pasividad» en la designación de esta figura.

«¿No cree la Comisión que su propia pasividad en relación con la designación del coordinador europeo, prevista para principios de 2007, está agravando dicho retraso y, por ello, manteniendo el aislamiento energético que padece la península ibérica?», pregunta el eurodiputado.

Sin embargo, Piebalgs pone de manifiesto que el proyecto recibe un «fuerte apoyo» y se considera «crucial» para enlazar la Unión para la Coordinación del Transporte de Electricidad (UCTE) con la «isla» energética ibérica.

Añade que el Ejecutivo comunitario «se ha puesto en contacto con las personas adecuadas y está trabajando en la propuesta de un candidato a coordinador europeo de este proyecto» y que «de acuerdo con el procedimiento, la designación podrá llevarse a cabo una vez se disponga del acuerdo de los Estados miembros interesados y se haya consultado al Parlamento«.

La línea eléctrica Sentmenat – Bescanó (España) – Baixas (Francia) figura en la lista de proyectos de interés europeo para las redes transeuropeas de energía, en las que se detallan los proyectos de transmisión más importantes y suficientemente maduros de la UE.

En el Plan prioritario de interconexión, esta línea se identificaba como una de las principales infraestructuras con serias dificultades, motivo por el que se proponía el nombramiento de un coordinador europeo a fin de acelerar su ejecución.

Tal medida recibió el apoyo explícito del Consejo Europeo los días 8 y 9 de marzo de 2007.

El déficit por la compra y venta de productos energéticos en la Unión Europea (UE) aumentó un 51% en 2005 con respecto al año anterior, hasta 224.695 millones de euros, según los datos publicados hoy por la Oficina Estadística Europea (Eurostat).

Las importaciones energéticas de los Veinticinco crecieron una media del 11% al año entre 2000 y 2005, hasta alcanzar en este último año un importe de 268.928 millones de euros, impulsadas por los importantes incrementos registrados en los países Bálticos, Bélgica y el Reino Unido.

En el caso de España, la compra de energía aumentó una media del 9,9% anual en el citado periodo, en el que todos los países de la UE, excepto Malta, tuvieron que aumentar sus importaciones en ese sector.

España tuvo en ese año un saldo negativo de 24.784 millones de euros, el cuarto más alto de la UE tras Alemania, Italia y Francia.

Las importaciones europeas de energía proceden principalmente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el 31% del total, seguida de Rusia (27%) y Noruega (15%).

Sin embargo, entre 2000 y 2005 otros países aumentaron de forma importante su cuota en el mercado europeo, en especial, Bielorrusia, con un incremento medio del 50% anual, aunque sólo suponen todavía el 1% del total.

Las compras a Kazajistán crecieron el 27%, hasta representar el 3% del total, y a Angola y los Emiratos Árabes Unidos subieron el 22%, hasta el 1% en los dos casos.

Las compras a Rusia, el tercer mayor socio comercial de la UE, crecieron también un 16% de media anual, mientras que disminuyeron las importaciones procedentes de Irak (-11%) y Siria (-4%), con lo que alcanzaron una cuota en ambos casos del 1%.

Por productos, el petróleo y sus derivados supusieron en 2005 el 77% de las importaciones de energía, mientras que el gas natural representó el 13% y el carbón el 5%.

Las exportaciones energéticas de los países de la UE también crecieron, hasta alcanzar en 2005 un valor de más de 44.232 millones de euros, seis veces inferior al de las importaciones.

Estados Unidos fue el principal comprador, con un 36% del total de las exportaciones, seguido por Suiza (10%) y los países de la OPEP (7%).

El mayor exportador en la UE es el Reino Unido, que en 2005 vendió energía por valor de 9.300 millones de euros, un 21% del total.

Por su parte, España exportó productos energéticos por valor de 3.700 millones de euros, lo que representa un 8,4% de las ventas europeas.