«Para 2013, va a depender de algún incremento en la cuota de peajes o no», dijo acerca de la posible aparición de déficit de tarifa en el gas. «En caso de que no se hiciera y la demanda continuara como está, podríamos tener este año un incremento de déficit de entre 100 y 125 millones de euros», señaló Llardén durante la presentación de los resultados de la empresa.
Las previsiones de Enagás para este año es que la demanda de gas caiga en el entorno del 5%, lastrada por el consumo para generar electricidad (ciclos combinados) que bajará un 27% frente al incremento del 1,8% en la convencional.
Reconoció que la «incógnita» está en la demanda de gas natural para la generación de electricidad, caída que señaló que «no es debida a la crisis», sino a políticas como las que incentivan el consumo de carbón. En esta línea, dijo que si la demanda fuera la misma que la del año pasado, con una utilización del 19%, «la demanda total del país sería positiva».
En todo caso, el presidente de Enagás enfatizó que el déficit de tarifa de gas es «perfectamente controlable y coyuntural», y no tiene nada que ver con el «grave» desajuste en el sistema eléctrico.
De hecho, no pronosticó fuertes subidas de peajes para contener el déficit. «Con un incremento general medio durante tres o cuatro años de los peajes del 2,5%, no tendríamos déficit», una vez tenidos en cuenta tanto los costes de nuevas infraestructuras como los ingresos de la demanda prevista, dijo.
El coste en infraestructuras no registrará «incrementos importantes a partir de este año y en el futuro», salvo en el caso del almacenamiento subterráneo de Castor, que ya inició las pruebas de inyección y que podría entrar en operación a principios del año que viene. Excluido este proyecto, «de aquí a 2018 ó 2019 no hay un incremento significativo de costes de infraestructuras», señaló.
La tarifa de gas, que en 2011 tuvo un déficit de 290 millones de euros, pero que en 2012 presentó un leve superávit, se equilibra año a año y desde 2002 apenas arrojó pequeños desfases al alza o a la baja, salvo en 2006.
Frente a esta tarifa de gas, «el problema del sector eléctrico es gravísimo, no ya para el sistema gasista, sino para el país», señaló Llardén, quien consideró que el Gobierno ha tomado «medidas importantes» para atajarlo, señaló, antes de asegurar que «nos tenemos que felicitar todos porque se han tomado medidas importantes» para atajar el «problema de fondo».
En cuanto a la reforma del sector eléctrico que acaba de acometer el Gobierno, reiteró que «no supone cambio en las normas regulatorias de Enagás ni del sistema gasista».
Cuestionado por una posible reforma en el sector gasista, tras la emprendida en el eléctrico, el presidente de Enagás afirmó que la situación en el gas es «radicalmente distinta» y que, por el momento, no tienen «indicaciones precisas, ni de calendario» sobre cambios regulatorios, salvo los cambios previstos para 2014-2015 por unificación del sistema gasista europeo.
Llardén consideró que «el regulador ha entendido» que el sector del gas y de la electricidad son «cosas diferentes» y no ha incluido al primero en la nueva regulación, lo que supone una «señal clara» de que el problema eléctrico es «claramente diferente».
En esta línea, reconoció que «ya nos hubiera gustado tener el mismo sistema regulatorio que el sistema eléctrico», porque, agregó, «no son sistemas similares», si bien en lo que se parecen es en funciones conceptualmente similares.
Sobre la hibernación de los ciclos combinados de gas, que utilizan este hidrocarburo para generar electricidad, aseguró que a Enagás «no le afecta directa ni indirectamente», e incluso dijo que la medida tiene «sentido técnico». Además, añadió que aunque parezca contradictorio, puede llegar a elevar el consumo por el mayor funcionamiento de las plantas que queden abiertas.
El presidente del regulador gasista opinó que no deberían pagar «ningún peaje» aquellos que se van a parar. A su juicio, deberían pararse los ciclos que «menos funcionen» y dar la posibilidad a los que más funcionan para que tengan menos paradas y arranques.
La hibernación permitirá elevar el factor de carga de los ciclos combinados que continúen, que sufrirán así menos paradas y arranques, al tiempo que la producción eléctrica se concentrará en las instalaciones y regiones donde el sistema más lo necesite.
Preguntado por una posible participación en Medgaz, principal gasoducto entre España y Argelia, Llardén afirmó que mantiene la puerta abierta en el caso de que la sociedad decida vender. A este respecto, señaló que «no hay ningún cambio», puesto que los accionistas fundadores han hecho uso de su derecho de compra preferente y ello ha supuesto la consolidación de un «núcleo duro de tres accionistas». «Si decidieran vender, ya hablaríamos», comentó, pero «no hay en este momento ninguna novedad ni ninguna negociación».
Enagás ganó 202,1 millones hasta junio, un 9% más
En cuanto a los resultados de la compañía gasista en el primer semestre del año, Enagás cerró con un beneficio neto de 202,1 millones de euros, lo que supone un incremento del 9% respecto a los 185,5 millones de euros que obtuvo en el mismo periodo del año anterior.
Según informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Enagás estimó que su beneficio neto al cierre de 2013 debería «converger hacia el objetivo establecido de +5,5%, como consecuencia de un perímetro de consolidación más homogéneo en el segundo semestre del año y la evolución del coste medio de la deuda, según lo contemplado en el presupuesto anual».
En los resultados obtenidos hasta el mes de junio, el beneficio bruto (Ebitda) fue de 504,5 millones de euros, un 12,3% superior al obtenido el ejercicio pasado, es decir, de 449,4 millones de euros.
En cuanto a las inversiones, ascendieron a 356,8 millones de euros y los activos puestos en explotación alcanzaron la cifra de 300,3 millones de euros. En estas cifras, Enagás contabiliza los 245 millones de euros por la adquisición del 90% de Naturgás Transporte, operación que se cerró el 15 de febrero.
En esta línea, la compañía mantiene «los objetivos de invertir 650 millones de euros y poner en explotación activos por valor de 550 millones de euros al finalizar el año 2013».
El endeudamiento financiero neto de la empresa a 30 de junio fue de 3.507,8 millones de euros, lo que supone un ratio de apalancamiento del 63,2%.
Por último, el gestor de la red gasista en España aseguró que la demanda total de gas transportado en el primer semestre del año llegó a los 202.441 GWh, un 9% inferior a la alcanzada en el mismo periodo del año 2012.
La compañía sostuvo que en los resultados del primer semestre de 2013 se consolidó proporcionalmente la participación del 40% de Altamira LNG CV (6 meses), por puesta en equivalencia la contribución del 20% de GNL Quintero (6 meses) y por integración global, desde el mes de marzo, la sociedad Enagás Transporte del Norte (Naturgás), mientras que en los resultados del primer semestre de 2012 se incluyó la consolidación proporcional correspondiente al primer trimestre de la participación del 40% en la planta de Altamira (México).